Lutz Bachmann
FUNDADOR DE PEGIDA
Lutz Bachmann, fundador y expresidente del movimiento xenófobo alemán Pegida, empezó ayer a ser juzgado en Dresde por el delito de incitación al odio al describir a los refugiados como “ganado” y “basura”.
Alemania se enfrenta a peligrosas ramificaciones delictivas, con los refugiados en el punto de mira de los agresores. La policía detuvo ayer a cinco presuntos miembros de un grupo violento de extrema derecha, creado para atentar contra albergues de refugiados en Sajonia, land del este del país, según informó la fiscalía federal. Los cinco detenidos –cuatro hombres y una mujer, todos ellos alemanes y con edades entre 18 y 39 años– son sospechosos de pertenecer a una organización bautizada como Grupo Freital, que toma el nombre de dicha localidad cercana a Dresde, capital del land.
El grupo era dirigido por dos alemanes identificados como Timo S., de 27 años, y Patrick F., de 24, ya en prisión preventiva desde inicios de abril junto a un tercer miembro de la asociación delictiva. En total, pues, el Grupo Freital –supuestamente fundado en julio del 2015– estaba integrado por al menos ocho personas, de cuyas presuntas actividades informaba ayer la fiscalía con una nota de título contundente: “Detenciones y registros por sospecha de formación de una asociación terrorista de derechas”.
Además de pertenencia a organización terrorista, se les atribuyen posibles delitos de intento de asesinato, lesiones corporales y fabricación de artefactos explosivos. De hecho, durante los registros practicados ayer de buena mañana en varios domicilios sajones fue hallado material pirotécnico –un centenar de petardos de distintos grosores– adquirido en la vecina Chequia. En la operación tomaron parte 200 funcionarios y agentes de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), la policía federal y la policía sajona. La cadena N24 aseguró que, entre la policía federal que participó, había miembros de la unidad antiterrorista GSG-9.
Según los investigadores, el Grupo Freital pudo llevar a cabo al menos tres ataques incendiarios en el año 2015. En la noche del 19 al 20 de septiembre, lanzaron un artefacto explosivo por una ventana de un alojamiento para solicitantes de asilo en Freital. La ventana atacada, que daba a la cocina, estalló en pedazos. En el comunicado, la fiscalía precisa que “los residentes del albergue no resultaron heridos por los cristales hechos añicos porque en ese momento no había nadie en la cocina”. El ataque provocó sólo daños materiales.
Un mes después, en la noche del
18 al 19 de octubre, atacaron también con material explosivo un proyecto asociativo de viviendas en Dresde, denominado Mangelwirtschaft, de inspiración izquierdista. Y al poco, en la madrugada del 1 de noviembre, nuevamente en Freital, atacaron otro centro de peticionarios de asilo lanzando explosivos que rompieron cristales de las ventanas. “Uno de los residentes sufrió cortes en la cara –prosigue la nota de la fiscalía–. No hubo más heridos ni muertes, porque los restantes residentes pudieron oportunamente ponerse a salvo en el pasillo del albergue”.
La fiscalía federal, con sede en Karlsruhe, en el oeste del país,
El llamado Grupo Freital estaba integrado por al menos ocho personas La fiscalía atribuye a los detenidos tres ataques, pero pueden ser más
cree que el Grupo Freital puede ser responsable de otras acciones violentas –que están siendo investigadas– y que quizá planeaba más ataques.
En 2015 llegaron a Alemania, según cifras oficiales, casi 1.100.000 demandantes de asilo, la mayoría desde Siria, Afganistán e Iraq. Esta cifra ha tenido impacto no sólo en el ámbito político, con la canciller democristiana, Angela Merkel, bajo fuego graneado incluso de sus propios socios por su política de acogida.
También ha despertado las peores reacciones. Decenas de albergues de refugiados han sufrido fuegos intencionados en todo el país –la mayoría antes de que llegaran los residentes, como forma de sabotaje–, y con muchos ataques registrados en el estado federado de Sajonia. Las entidades dedicadas a los refugiados Fundación Amadeu Antonio y Pro Asyl estiman que desde enero del 2015 ha habido en Alemania más de 1.700 episodios de violencia e intimidación, que incluyen incendios y otro tipo de asaltos a albergues, agresiones físicas y manifestaciones.
El año pasado, en los meses de junio y julio, Freital, localidad sajona de unos 40.000 habitantes, fue escenario de manifestaciones debido al plan de acoger a 280 peticionarios de asilo en un antiguo hotel. Freital está a pocos kilómetros de Dresde, feudo del movimiento xenófobo Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente (Pegida, por sus siglas en alemán), cuyo fundador, Lutz Bachmann, afronta desde ayer un proceso por incitación al odio.
De la relevancia con que Alemania trata estos sucesos da fe el propio traslado de las diligencias sobre el Grupo Freital. El pasado 12 de abril, la fiscalía federal había anunciado que asumía la investigación contra los miembros de ese grupo, hasta entonces en manos de la fiscalía de Sajonia.