Gerontocracia cubana
Castro asegura que la generación revolucionaria cederá el mando en cinco años
El Partido Comunista de Cuba –la única formación política autorizada en la isla– reelige como secretario general a Raúl Castro, al que acompañarán en la cúpula otros dirigentes instalados desde 1959.
La vieja guardia seguirá al frente del buró político. El Partido Comunista de Cuba –la única formación política autorizada en la isla– ha reelegido como secretario general a Raúl Castro, así como a su número dos y a otros miembros de la cúpula que ocupan sus puestos desde la revolución de 1959.
El prometido rejuvenecimiento deberá esperar, al menos unos años. En la clausura del VII Congreso del PCC, Castro declaró que será “el último dirigido por la generación histórica” y aseguró que esta entregará “a los pinos nuevos las banderas de la revolución y el socialismo sin el menor atisbo de tristeza o pesimismo, con el orgullo del deber cumplido”.
No está previsto que el próximo congreso se celebre hasta el 2021. Raúl Castro, de 84 años, que sucedió a su hermano Fidel al frente del partido en el 2011, debe retirarse como presidente de Cuba en el 2018 y no está claro si se mantendrá como secretario general del PCC –cargo tan poderoso como la presidencia del país– durante los cinco años.
Castro anunció la introducción de límites de edad y de mandato cuando arrancó el congreso el pasado fin de semana, creando grandes expectativas de que quizá los septuagenarios y octogenarios dirigentes comenzarían a retirarse. Sin embargo, ayer subrayó que el ritmo de la “actualización” socialista dependerá del “consenso” social, “sin precipitaciones, ni mucho menos improvisaciones que sólo conducirán al fracaso”.
El resultado sabe a poco. El VII Congreso, el primero en cinco años, ha ofrecido tan sólo cambios cosméticos. Además de los mismos rostros, también ha habido el mismo secretismo de siempre: todo ha ocurrido a puerta cerrada, sin que los discursos de clausura y los resultados de las votaciones de su millar de delegados fueran difundidos en directo por la televisión pública, que prefirió emitir una telenovela.
José Machado Ventura, de 85 años, una de las voces más críticas del régimen contra las recientes reformas económicas y a quien numerosos analistas daban por dimitido, ha mantenido su puesto de segundo secretario, en un todopoderoso buró político que pasa a tener 17 miembros en lugar de 14.
Finalmente, las dos únicas partidas son las del general Abelardo Colomé, que de hecho ya había abandonado el Ministerio del Interior por motivos de salud en octubre, y del ministro de Transportes, Adel Yzquierdo Rodríguez.
Raúl Castro y su número dos siguen al frente de un buró político dominado por la vieja guardia
Entre los miembros de la vieja guardia revolucionaria que siguen en sus cargos está el ministro de las Fuerzas Armadas, el general Leopoldo Cintra Frías (72 años), el comandante Ramiro Valdés (83) y el general Ramón Espinosa (77). Así pues, el ejército sigue contando con cinco representantes en el seno del órgano supremo del PCC, “fuerza dirigente superior” en Cuba según la Constitución de 1976.
Junto a ellos hay nombres de la nueva generación, como Miguel Díaz-Canel (55 años), delfín de Castro y primer vicepresidente de Cuba desde el 2013; el ministro de Economía, Marino Murillo (54); el de Exteriores, Bruno Rodríguez (57), y Mercedes López Acea (50), líder del PCC en La Habana.
Asimismo, hay cinco recién llegados al buró, aunque ninguno pertenece al sector reformista del régimen. Las mujeres, sin embargo, mejoran su representación: ahora habrá cuatro en lugar de la única que había en el anterior.
Raúl Castro había reiterado sus planes para rejuvenecer paulatinamente la envejecida cúpula del poder. Entre otras cosas se espera una reforma de la Constitución para fijar un límite para los mandatos de altos cargos en diez años. También propuso que se ponga un límite de edad de 60 años para la entrada de nuevos miembros al Comité Central.