Muere el expresidente chileno que restauró la democracia tras Pinochet
El expresidente de Chile Patricio Aylwin, artífice de la transición tras la dictadura militar de Augusto Pinochet, murió ayer a la edad de 97 años, rodeado de su familia en su residencia del municipio santiaguino de Providencia.
“Chile ha perdido un hombre que ha sabido siempre colocar la unidad del pueblo demócrata por encima de las diferencias”, dijo la presidenta del país, Michelle Bachelet, al conocer la noticia. “Fue un hombre que permitió reconstruir un país democrático una vez que asumió la presidencia de la República”, añadió la mandataria, que anunció funerales de Estado y declaró tres días de luto.
El estado de salud del exgobernante, que encabezó el retorno de Chile a la democracia y abrió dos décadas ininterrumpidas de gobiernos de centroizquierda, empeoró el lunes al sufrir una descompensación respiratoria.
Nacido en 1918 en Viña del Mar, Patricio Aylwin Azócar gobernó Chile entre 1990 y 1994. Figura histórica del Partido Demócrata Cristiano chileno, del que fue uno de los fundadores en 1957, Aylwin fue senador y presidente de esa rama legislativa durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973).
Cuando estalló el golpe con que Pinochet derrocó a Allende, Aylwin era el presidente de su partido, con una posición favorable a la intervención de las fuerzas armadas, pero ya en 1978 su postura había cambiado, se integró en la primera instancia opositora a Pinochet y rechazó la Constitución que el dictador impuso en 1980. Dos años después estuvo entre los fundadores de la alianza que derrotó a Pinochet en el plebiscito del 5 de octubre de 1988.
Aylwin emergió como líder del proceso democrático al presidir de nuevo su partido entre 1987 y 1989, cuando fue designado candidato a la presidencia de Chile. Tras ser elegido en primera vuelta con el 55,2% de los votos, afrontó un proceso de transición a la democracia con una política que privilegió los acuerdos entre los distintos sectores políticos. “Tuve la suerte de nacer en un hogar donde aprendí a ser fiel a la verdad, buscar siempre la justicia y respetar a la gente, sobre todo a los pobres”, dijo al explicar los motivos de su vocación política.
Con Pinochet instalado aún en la comandancia en jefe del Ejército, Aylwin permitió la formación de la comisión que investigó los crímenes y que dictaminó que unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado durante la dictadura, de los que 1.192 figuran todavía como detenidos desaparecidos.