Consulta fallida sobre BCN World
Puigdemont considera ahora una “complicación” el referéndum sobre el proyecto del Consorci Recreatiu i Turístic
La consulta que se planteó como una solución para “desencallar”el proyecto de BCN World se ha convertido en un “complicación” para el Govern. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que lanzó la idea hace dos meses, reconoció ayer: “Si hiciera falta la consulta, la haríamos, pero visto el esfuerzo que estamos haciendo –principalmente CDC, ya que ERC es reacia a las magnitudes originales y al peso de los casinos en el complejo–, probablemente la consulta no haga falta; si tenemos un acuerdo, no hace falta complicarlo más”, admitió.
La posibilidad de consultar a los ciudadanos de la zona de Tarragona sobre la idoneidad o no del proyecto conocido como BCN World la planteó el propio president el pasado mes de febrero. Sin embargo, menos de 24 horas después, el vicepresidente, Oriol Junqueras añadió leña al fuego ampliando el alcance a toda Catalunya. La contrapropuesta evidenció que las discrepancias sobre BCN World se focalizaban más en las distintas visiones políticas del proyecto que en la postura del territorio.
El Govern no ha llegado a trabajar en la preparación del referéndum. No se ha llegado a plantear un calendario ni se ha discutido el alcance que debería tener. Sin embargo, sí que se ha trabajado intensamente en la revisión del proyecto. Ayer, Puigdemont se mostró confiado en que las discrepancias entre CDC y ERC quedarán atrás. “Estamos cerca de poder formular un acuerdo bueno; si no es bueno, no habrá acuerdo; será bueno para los intereses generales del país y para todo el mundo”, insistió.
En la redifinición del proyecto, en el que Hard Rock y Melco se han mostrado interesados en invertir 2.500 millones, ha pesado la visión de ERC: “No pueden repetirse los errores del pasado, que fueron muchos, ahora tiene que ser un proyecto sostenible, responsable y que esté vinculado al turismo familiar”, advirtió Junqueras. En este sentido, la reducción de la oferta de casinos está encima de la mesa, igual que la magnitud y el volumen de los complejos hoteleros. También la inversión es menor que la inicialmente anunciada. El proyecto, que estaba en fase de alegaciones, se está redimensionando, aunque Puigdemont no quiso aventurar un calendario para la nueva propuesta.