Costosa reparación
El acuerdo con el Gobierno por el ‘dieselgate’ costará a la firma 10.000 millones
La trampa para enmascarar las emisiones le saldrá muy cara a Volkswagen, que propone a los propietarios afectados por el fraude en Estados Unidos recomprar el vehículo o repararlo gratuitamente.
La trampa para enmascarar las emisiones le saldrá muy cara a Volkswagen (VW). La factura aún está por determinar, pero esto es un suma y sigue de cara a recuperar la confianza. VW ofrece a los usuarios de los cerca de 500.000 vehículos con motores turbodiésel de dos litros afectados por el fraude en Estados Unidos varias opciones. O bien la recompra del vehículo o bien su reparación por la propia compañía. Para los que tienen el coche en contrato de leasing, la oferta consiste en su cancelación.
Estos términos forman parte del plan –del que quedan excluidos unos 80.000 coches con motores de tres litros, entre estos Porsche y Audi– que el fabricante alemán presentó ayer en un tribunal de San Francisco para evitar ir a juicio.
Así lo aseguró el juez Charles R. Breyer al anunciar el principio de acuerdo entre la empresa y el Departamento de Justicia y centenares de consumidores.
Breyer remarcó que los detalles todavía deben negociarse. El documento definitivo incluirá compensaciones económicas “sustanciales” en metálico para los clientes, pero sin especificar. En este sentido, el juez lamentó las filtraciones, que no confirmó, en las que se indicó que la sociedad pagaría unos 5.000 dólares (4.420 euros) a cada uno de los perjudicados. VW dispone hasta el 21 de junio para completar el decreto de consentimiento.
Durante este periodo se debería establecer la dimensión de la multa por el uso secreto de un sofisticado software para enmascarar las emisiones contaminantes durante los test. Debido al llamado dieselgate, Volkswagen encara una sanción del Gobierno estadounidense de un máximo de 18.000 millones de dólares, aunque los expertos señalaron que sería una cifra bastante más baja.
Otra cosa es el montante de los términos en negociación bajo la supervisión del juez Breyer. Expertos en el sector consideraron que la recompra le puede suponer unos 7.000 millones de dólares. Otros elevan a 10.000 millones el cumplimiento de todos los aspectos incluidos en el pacto.
Del acuerdo, sin embargo, se excluyen los pleitos individuales de propietarios que decidieron no acogerse a la demanda colectiva. También existe otro litigio con la Comisión Federal de Comercio por engañar a los potenciales compradores con sus campañas publicitarias de diesel limpio. Sin embargo, este asunto podría decaer tras este pacto, indicó un portavoz oficial.
Esta negociación forma parte de una iniciativa judicial que incluye más de 500 demandas contra la compañía, una vez que el pasado septiembre reconoció que sus coches no eran tan “verdes y ecológicos” como sostenían.
Sin el mecanismo de encubrimiento, algunos de estos modelos superarían 40 veces el límite legal de polución. Por eso, la empresa de automoción se compromete, además, a crear un segundo fondo para
La compañía subraya que el pacto “carece de consecuencias legales fuera de Estados Unidos”
paliar las emisiones excesivas de óxidos de nitrógeno, una sustancia catalogada de cancerígena por las autoridades sanitarias estadounidenses.
A nivel mundial se cuentan en unos once millones de coches trucados. La firma subrayó en su comunicado que este pacto “carece de consecuencias jurídicas fuera de Estados Unidos”.
Pese a esta advertencia, parece claro que este acuerdo ejercerá una influencia directa con lo que suceda en Europa y otros países, aunque cuentan con diferentes regulaciones medioambientales. Los analistas remarcaron que unos pagos generosos en EE.UU. pueden alentar la codicia en otras partes. Hasta 32.000 millones subiría la factura global.