Correa sube impuestos para paliar el terremoto
Los ecuatorianos entregarán al menos un día de su sueldo
Rafael Correa ha sorprendido a los ecuatorianos al anunciar una excepcional subida de impuestos para paliar las pérdidas económicas provocadas por el terremoto y afrontar la reconstrucción de las regiones costeras destruidas. El presidente, que es economista, ha diseñado un paquete de medidas que afectan a empresarios y trabajadores y cae en plena desaceleración del país.
El seísmo del sábado, de magnitud 7,8, había causado hasta ayer 577 muertos, casi 6.000 heridos, 163 desaparecidos y millares de damnificados, según cifras oficiales. Correa estima que las pérdidas rondan los 3.000 millones de dólares, aproximadamente un 3% del PIB de Ecuador, y propone varias medidas, alguna bastante original, para resarcir las cuentas públicas. La subida de dos puntos del IVA durante un año afectará a toda la población por igual, pasando del 12% al 14%.
Sin embargo, las empresas y personas con rentas más altas se verán más gravadas que las clases media y baja. Las compañías tendrán un impuesto especial del 3% adicional sobre beneficios, por una única vez, mientras que las personas físicas con un patrimonio superior al millón de dólares –la moneda ecuatoriana es el dólar estadounidense– contribuirán, también sólo una vez, con el 0,9% de su renta.
No obstante, la medida más original de las anunciadas por el mandatario el miércoles por la noche (madrugada de ayer en España) en un discurso televisado toca el sueldo de los ecuatorianos. Los que ganen más de 1.000 dólares al mes destinarán un día de su salario a la reconstrucción de las zonas afectadas. Quienes perciban 2.000 dólares verán retenidos dos días de mensualidad, en dos meses. Así hasta los que superen los 5.000 dólares, que entregarán cinco días de sueldo durante cinco meses.
Además, el país venderá “algunos activos, fruto de la inversión de todos estos años para superar estos momentos difíciles”, dijo Correa. Aseguró que el paquete impositivo permitirá “canalizar de mejor manera la solidaridad y la acción colectiva para enfrentar la grave situación, no del Gobierno, sino de la sociedad”.
Paralelamente, el Ejecutivo anunció ayudas fiscales para la población de las áreas damnificadas, como el pago diferido del impuesto sobre la renta, favorecimiento de créditos para la reactivación empresarial, refinanciación de deudas o eliminación de algunos impuestos especiales. Además, el Gobierno estudia una emisión internacional de bonos.
En conjunto, se trata de “medidas excepcionales para generar algo de fondos y atender la emergencia”, justificó Correa, que remitió el paquete impositivo al Parlamento, donde tiene mayoría, para su aprobación.
Aunque la opinión pública está ahora centrada en los efectos del terremoto, el anuncio no ha estado exento de críticas, a izquierda y derecha. Y más en un momento en que la economía ecuatoriana se encuentra inmersa en la misma desaceleración que viven la región y el mundo, acrecentada por la caída de los precios del petróleo –que Ecuador produce– y la pérdida de competitividad por la apreciación del dólar. El país creció sólo un 0,3% el año pasado, según datos oficiales, pero el FMI preveía antes del terremoto que Ecuador entrará en recesión en el 2016, con una brusca caída del 4,5%, lejos de las estimaciones más optimistas del Gobierno.
El presidente aumenta dos puntos el IVA durante un año y grava los beneficios y grandes patrimonios