El lugar y el momento adecuado
En 1995 me trasladé a Buenos Aires para construir desde cero el departamento de infografía del diario Clarín. Con una tirada que superaba el millón trescientos mil ejemplares, el diario argentino era la cabecera de referencia más vendida del mundo en habla hispana. En aquel momento no pude intercambiar experiencias con otros colegas, sin apenas antecedentes el mío era un caso singular. Hoy, más de veinte años después, la lista de españoles que trabajan en los más destacados medios del mundo es larga.
La eclosión de la infografía como herramienta periodística se produjo en los años ochenta de la mano de un fenómeno tecnológico y otro cultural: la aparición de los ordenadores Macintosh de Apple en 1984 y el lanzamiento del diario USA
Today en 1982. En España eran años de transición y el periodismo fue uno de los espacios que más radicalmente cambiaron. La mayoría de los diarios actuales aparecieron en aquellos años y los que sobrevivieron al régimen anterior lo hicieron abordando un cambio tan profundo en fondo y forma que los convirtió en otros, unos nuevos. Lo nuevo recoge el momento histórico y así se creó, de modo natural, un departamento de infografía en cada diario español. Los medios europeos, que no vivieron un quiebro semejante, tardaron mucho en incorporar la infografía. Los conceptos que regirían la profesión en los años venideros se gestaron en aquella época, siendo los infografistas españoles partícipes.
Nunca es un solo factor el que determina los acontecimientos, pero es muy probable que este fuera el principal generador de una escuela de profesionales que hoy marca la pauta en el mundo.