Un Quijote sólo para el 15% de alumnos
“¿Quién era Cide Hamete Benengeli y qué función tenía?”. Esta es una de las preguntas con las que pueden encontrarse en la selectividad los alumnos catalanes del bachillerato de humanidades que se examinen de la asignatura literatura castellana de modalidad. Deberán explicar que Cervantes se inventó a ese ficticio historiador musulmán que habría redactado en árabe El Quijote mientras él se sitúa como segundo narrador, toma distancia y se permite todo tipo de observaciones. Pero también le podrán preguntar sobre la locura de don Quijote, el carácter de Sancho Panza, los ideales quijotescos, la parodia de las novelas de caballerías o el amor cortés. Y también sobre la visita del Quijote a una imprenta de Barcelona. Una pregunta sobre El Quijote se repite casi cada año en las PAU. De hecho el Quijote (o mejor dicho 22 capítulos de la novela) es una de las seis lecturas prescriptivas de esta asignatura (las otras son El caballero de Olmedo, de Lope de Vega; Don Juan Tenorio , de Zorrilla; Los pazos de Ulloa , de Emilio Pardo Bazán; La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, y una Antología poética del Siglo de Oro).
Son muchos los profesores de centros de Barcelona que apuntan a sus alumnos a una visita por la ruta de El Quijote en la ciudad. Algunos incluso les recomendarán a lo largo del curso la película que Gutiérrez Aragón hizo para TVE. Del mismo modo que para los actos de Sant Jordi El Quijote suele ser recitado en las fiestas literarias que se organizan.
Pero estas lecturas son sólo para el 15% de alumnos de bachillerato que escogen esa optativa. Es cierto que para todos los alumnos hay una lengua y literatura castellana (así como otra de lengua y literatura catalana), cuyas lecturas prescriptivas son La Celestina, de Fernando de Rojas; Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura; Últimas tardes con
Teresa, de Juan Marsé, y una Antología de poesía española, pero el temario se centra casi exclusivamente en la lengua y pasarán de puntillas por la literatura. Y lo mismo pasa en 3º de ESO. Dicho de otro modo, un 85% de los alumnos puede acabar el bachillerato sin haber leído El Quijote, pese a lo que digan los currículos. Y lo mismo vale para Ramon Llull o Joanot Martorell.