Suárez: “Somos humanos, nos duelen las derrotas”
El miércoles fue una fiera inmisericorde en Riazor, donde firmó cuatro goles y tres asistencias, y ayer Luis Suárez se conmovió y lloró de emoción en un acto en favor de la lucha contra la fenilcetonuria (PKU), una rara enfermedad metabólica. Son los dos perfiles, el deportivo y el personal, del delantero uruguayo. Ahora ríe. Ha finiquitado con una exhibición superlativa una serie de cinco partidos del campeonato sin marcar y no duda de que el título será blaugrana: “La podemos ganar, la queremos ganar y no cabe otra posibilidad que ganemos esta Liga, y después tenemos la final de Copa. El doblete sería lindo, sería increíble, a pesar de quedar eliminados en la Champions”. Pero cuando empezó la cuesta abajo, que podría localizarse en la derrota en el clásico, recurrió incluso a las supercherías para intentar cambiar la dinámica. Suárez se calzó las botas antiguas ante la sorpresa de su marca, siempre promocionando nuevos modelos y colores. “Necesitábamos la victoria –explicó respecto al partido de Riazor–. Teníamos ganas, veníamos de varios partidos sufriendo, pasándolo mal porque somos seres humanos que tenemos sentimientos y nos duelen las derrotas”.
Suárez aseguró que el tridente no es intocable y descartó la existencia de responsabilidades individuales en el ciclo negativo. “Todos somos partícipes de las victorias y de las derrotas”, argumentó, y se mostró dolido por las críticas a Neymar. “Se le estaba dando, pero está demostrando, con actitud, que nunca baja los brazos, que sigue luchando y sé que lo va a seguir haciendo”. Todo el relato del delantero apuntó a dar por superada la crisis de juego y resultados gracias a la contundente victoria del miércoles. “Nosotros dependemos de nosotros mismos. Si ganamos lo que nos queda (4 jornadas), lo que hagan los demás (Atlético y Madrid) no nos interesa”.
Luis Suárez efectuó estas reflexiones durante la presentación de la duodécima edición de Relatos solidarios del deporte, libro benéfico redactado por periodistas deportivos cuyos beneficios se destinarán a la Associació Catalana de Transtorns Metabòlics Hereditaris para la lucha contra la PKU, una rara enfermedad congénita que obliga a los afectados a seguir una dieta muy restringida para evitar daños cerebrales. “No conocía esta enfermedad y la verdad es que conmueve mucho”, dijo el jugador antes de sollozar, emocionado, en presencia de Candela, una niña afectada. “Tengo dos niños y entiendo lo que deben de sentir sus padres”. Suárez se comprometió a exhibir un mensaje de apoyo a los afectados cuando marque el próximo gol. “Sé que se impone sanción, pero la tarjeta amarilla va a ser bien recibida y con todo el cariño del mundo para Candela”.
El delantero cambió de botas para intentar recobrar la puntería después de 5 partidos de Liga sin marcar