“¡Ni-shi-ko-ri!”
El japonés ya está en cuartos de final, donde le espera Dolgopólov, su amigo desde la infancia
“¡Ni-shi-ko-ri, Ni-shi-ko-ri, Nishi-ko-ri!”. Los niños de la grada de la pista central quizá no fueron a la escuela, pero practicaron la separación de sílabas en sus cánticos al japonés Kei Nishikori. “¡Ni-shi-ko-ri, Ni-shi-ko-ri, Nishi-ko-ri!”, continuaban con garbo, asegurándose no cometer el error más común que se escucha por el Real Club de Tenis Barcelona: decir Nikishori. Sonrió el dos veces campeón al oír a los más pequeños, que se desgañitaron hasta que el número seis del mundo les firmó autógrafos y se hizo selfies con ellos. Antes, el de Shimane se impuso al francés Jeremy Chardy por 6-3, 7-5 en una hora y 23 minutos para certificar su pase a cuartos de final, donde le espera el caótico pero siempre entretenido Alexánder Dolgopólov, quien además es su amigo desde que eran niños.
A diferencia de su primer encuentro ante Thiemo de Bakker, Nishikori precisó de más paciencia en los intercambios, pues Chardy alargó los peloteos haciendo honor a su condición de rival correoso sobre tierra batida. El japonés tuvo que utilizar todos sus recursos para no encontrarse en la lotería de un tercer set.
Por eso, el pupilo de Michael Chang y Dante Bottini aplicó un plan sólido desde su raqueta. En la manga inicial se encontró muy cómodo, sin ceder una sola bola de break y llevándose el 81% de puntos con su primer saque, necesitó un sólo break en el sexto juego para llevarse el parcial.
El segundo set ya fue otra historia. “Kei, sólo una cosa. Asegúrate de no esperar mucho después de un punto largo, ¿vale? Que si no a final tendré que penalizarte”, advertía amistosamente el juez de silla Carlos Bernades, que descentró al japonés.
El set entró en una montaña rusa de tres quiebres consecutivos, y aunque Nishikori se recompuso con una ventaja más, justo al servir por la victoria tuvo un cortocircuito en forma de doble falta y break en contra. “Ahí él ha jugado mucho más agresivo. Esas cosas pasan en un partido pero he sabido recuperarme rápido después de la doble falta”, explicó en rueda de prensa. Tras las dudas, disparó todas las bolas a la línea hasta hacerse con el billete a cuartos.
En la ronda de los ocho mejores le espera The Dolgo. “Es un jugador muy mañoso, utiliza mucho el cortado y además tiene un saque muy inteligente”, definía la sexta raqueta mundial. “Nos conocemos desde la época de júniors y hemos jugado varias veces dobles ya como profesionales. Esta semana hemos entrenado juntos varios días… Será difícil porque somos grandes amigos y nos conocemos muy bien”.
¿Quién es Dolgopólov? Un talento impredecible. El número 30 del mundo, ahora asesorado por Félix Mantilla, es capaz de lo mejor y de lo peor. Si hoy se despierta inspirado, Nishikori tendrá una prueba de fuego. El ucraniano se crece en partidos importantes, tal y como ha demostrado siempre que se ha cruzado con Djokovic o Nadal. Con un arsenal infinito de golpes, el de Kiev ya sabe lo que es ganar a un Top 10 en este 2016: fue en Acapulco, ante Ferrer. Que practiquen los niños de la grada, que con las mismas sílabas que su amigo, Dolgopólov buscará la sorpresa.
LA OPINIÓN DE NISHIKORI “Esta semana nos hemos entrenado juntos varios días y será difícil porque nos conocemos muy bien”