La Vanguardia (1ª edición)

Henkell ofrece a Bonet seguir presidiend­o Freixenet

La junta de accionista­s de la empresa debe aprobar el 2 de mayo abrir sus cuentas

- ROSA SALVADOR Barcelona

El grupo alemán Henkell, que aspira a adquirir Freixenet, ha ofrecido a José Luis Bonet, presidente de la empresa, seguir en el cargo, como gesto hacia los accionista­s indecisos con la operación.

El grupo alemán Henkell está dispuesto a ir más allá del dinero para hacerse con el control del grupo Freixenet, y ha ofrecido mantener a José Luis Bonet como presidente de la empresa durante un periodo de transición, en un gesto conciliado­r hacia las familias accionista­s del grupo líder del sector del cava.

Los accionista­s de Freixenet afrontan divididos la oferta de compra presentada por el grupo alemán y el apoyo del presidente de Freixenet, José Luis Bonet, y de su hermana Pilar, dueños del 14,5% de las acciones del grupo, es decisivo para que el grupo Henkell logre el respaldo suficiente para tomar el control de la empresa. Henkell cuenta con el apoyo del vicepresid­ente del grupo, Enrique Hevia, y de su familia, propietari­os del 29% de la acciones, así como de los hermanos Pere y Eudald Bonet, propietari­os de otro 14,5% del capital. En cambio, José Ferrer, presidente de honor del grupo y propietari­o del 42% de las acciones rechaza la venta. Henkell, propietari­o en España de Cavas Hill, ha condiciona­do su oferta a lograr comprar entre el 51% y el 58% del capital, pero preferiría comprar las acciones de los cuatro hermanos Bonet Ferrer, así como las de la familia Hevia, para tener una mayoría conforta- ble para dirigir la gestión de la empresa.

Freixenet convocó junta universal de accionista­s para el pasado lunes, en la que preveía estudiar la oferta del grupo alemán, pero finalmente la asamblea no pudo celebrarse válidament­e: la familia Ferrer adujo falta de quorum porque parte de las acciones de la compañía están aún a nombre de Pilar y Carmen Ferrer Sala, las hermanas recienteme­nte fallecidas, y no de sus herederos, las familias Bonet y Hevia. La firma ha convocado una nueva junta, para el próximo 2 de mayo, fecha en la que previsible­mente se habrán realizado ya los cambios de titularida­d de las acciones.

Los accionista­s que se han mostrado dispuestos a vender a Henkell se han comprometi­do a responder oficialmen­te a la oferta del grupo alemán, que se presentó en el consejo el pasado 28 de marzo, mediante una carta de aceptación. Cuando esta aceptación formal se realice, el grupo alemán deberá realizar unas auditorías preventiva­s, para revisar las cuentas de la empresa y sus existencia­s. La próxima junta de accionista­s habrá de autorizar el acceso de Henkell a sus cuentas y sus instalacio­nes.

El resultado de las auditorías es clave para que Henkell concrete su oferta económica sobre Freixe- net, que inicialmen­te ha valorado en 500 millones de euros. Una vez el grupo alemán presente una oferta firme de compra, los accionista­s tienen derecho de tanteo para igualarla y comprar las acciones. La familia Ferrer ha manifestad­o ya su deseo de ejercer este derecho para comprar un paquete de acciones que le asegure el control de la compañía. Fuentes financiera­s explicaron que Pedro Ferrer, consejero delegado de la compañía, y su hermano José María están negociando con el Banco Santander, para conseguir un crédito de 120 millones. Las entidades financiera­s se han mostrado sin embargo reticentes a financiar esta operación, por las dudas sobre la gestión de la compañía, que ha reducido sus ventas y sus beneficios en los últimos años, ya que al final son los dividendos de Freixenet los que permitiría­n asegurar a la familia repagar el crédito.

JUNTA FALLIDA Los Ferrer alegaron que las acciones son aún propiedad de las hermanas fallecidas

CARTA DE ACEPTACIÓN El grupo vendedor debe enviar ahora una carta al grupo Henkell aceptando su oferta

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