Las teles piden más Cámara
Los periodistas de televisión mantienen un ten con ten a veces tenso con los servicios de prensa del Congreso. Se quejan de que sus camarógrafos no puedan entrar en el hemiciclo del parlamento, mientras que los fotógrafos sí; las teles tienen que conformarse con la señal servida por la institución con sus cámaras robotizadas, la cual últimamente consideran deficiente porque no ofrece los planos que les interesa: sobre todo, los de las idas y venidas, gestos y escenificaciones varias de sus señorías de Podemos, cuya teatralidad sobresale muy por encima del resto. Dicha tensión, al parecer con tendencia a crecer, se hizo patente en los plenos del 6 y del 12 de abril. En el primero, las acusaciones de “cuñadismo” y colocación de “novias” entre Podemos y Ciudadanos dieron imágenes de las de pico de audiencia; y en el segundo, las caras de los podemitas ante los ataques a su ley de emergencia social eran todo un poema audiovisual. Una fiesta televisiva, pero la señal institucional dio lo que dio. El chat interno de la prensa del Congreso ardió ambas veces.