Otro Sant Jordi, en Sant Andreu
La gente, la climatología, las rosas, los libros, los disfraces de dragón, las banderas... la escenografía externa de Sant Jordi es la misma por todas partes, pero lejos del centro, de la foto tópica de las Ramblas, hay otra fiesta y otros protagonistas.
Estamos en el barrio de Sant Andreu. En la plaza Orfila hay escritores que firman libros. Son del distrito. Han sido convocados por la biblioteca, pero no son de los que salen por televisión ni estarán en las listas de los más vendidos. “De un libro de poesía se venden por término medio entre 200 y 300 ejemplares”, nos explica Ricard Ripoll, poeta y traductor, que ha venido a firmar ejemplares de La causa dels exilis. A su lado, Joan Pallarès, exconcejal del distrito, se muestra satisfecho. Ha vendido casi todos los ejemplares que llevaba de La Mundeta, un libro donde explica la historia de una estafadora, de 1918, y otros hechos sangrantes de la época ocurridos en el barrio. Pallarès fue uno de los impulsores en 1997 de este puesto de libros y flores y escritores en la plaza. Este año les acompaña la música de miembros de la Escuela Municipal de Sant Andreu.
También está sorprendida por las ventas Noe Gaya. Con 38 años ha invertido dos años y cuatro meses para escribir El camí de la papallona. Explica su lucha para superar las consecuencias de un accidente que tuvo el año 2000 y la dejó sin habla y con una mínima movilidad. Un libro para la esperanza que le ha prologado Eduard Punset y que se encuentra ya en segunda edición.
El otro punto donde se concentran más puestos de venta está en la Rambla de Sant Andreu. Encontra- mos a Denis Roca firmando ejemplares de su cómic Los señores formas. Tiene 10 años pero empezó a dibujar con 5. Lo acompaña su hermano pequeño, en Davel, que también publica, y el padre, Ivan, que también tiene libro propio. Son autoeditados. Están la madre y la abuela que han confeccionado unos muñecos de fieltro de los personajes. Ver como Denis dedica un libro con unas minúsculas figuras es todo un espectáculo. Está acostumbrado, ya lo hizo en el salón del Cómic.
En el ranking de ventas de la librería Dit i Fet, aparece Sant An- dreu de Palomar desaparegut, una recopilación de fotos antiguas, comentadas por Pau Vinyes. Seguro que no estará en la estadística global que se dará al final del día.
La gente que llena las calles aprovecha para comprar de todo, además de rosas y libros. Por eso hay tiendas que se han añadido al 10% de descuento. Maria, una de ropa, ha organizado un pequeño desfile,
Protagonistas también lo son Denis Roca, autor de un cómic con 10 años, y Noe Gaya, que narra una historia de superación
con una alfombra roja que sale del interior a la calle Ajuntament, donde dos chicas amateurs muestran los bañadores de la nueva temporada entre aplausos de los transeúntes. En la pastelería Chocolat tienen en el escaparate dibujos sobre Sant Jordi de los niños del Colegio Jesus, Maria y Josep. Las asociaciones también están en la calle. Como el grupo de solidaridad de la parroquia de Sant Pacià, formado por jubilados, que recoge libros de segunda mano y los venden a 1 o 2 euros. Tienen puesto fijo en el mercado pero hoy están en la Rambla. El dinero es para dos proyectos: una guardería en Malabo (Guinea Ecuatorial) y para transporte escolar en Bajo Lempa (El Salvador). En marzo recaudaron 785 euros; este mes esperan superarse.