El campeón sufrirá
Aunque al Barça no se lo parezca por la contundencia de sus últimos dos marcadores (0-8 al Deportivo y 6-0 al Sporting), la lección que deja la jornada de ayer es que al futuro campeón, sea cual sea, le esperan todavía grandes dosis de sufrimiento hasta el final. El rango de los adversarios ya no importa a estas alturas. Al contrario, cuanto más abajo, más desesperados y por ello más resistentes. El Real Madrid fue zarandeado por el Rayo Vallecano hasta que los blancos espabilaron a tiempo y el Atlético tuvo que mandar a freír espárragos provisionalmente su integridad moral (alguien de su banquillo lanzó una pelota al campo para cortar un contragolpe rival) para someter al Málaga. La goleada del Barça, en realidad, tampoco fue para presumir demasiado, no fue de las que provocan el despliegue de plumaje en plan pavo real. Su primera mitad fue espesa, el equipo volvió a estirarse dando sensación de ocu-
De los tres partidos que le quedan al Barça, dos serán ante rivales que se juegan la permanencia
par mal el campo, descompensándose, y no fue hasta el toque de corneta de Messi, alertando al personal, que el equipo reaccionó como exigía la situación. Y cuando Messi es quien pide acción su capacidad de influencia es tal que puede alcanzar incluso al árbitro, Clos Gómez, convertido en innecesaria cuarta punta de un tridente que marca como siempre pero no transmite como antes. La frase alude obviamente a Neymar: así como sus compañeros van saliendo de la crisis a base de goles, impulsos y riñones, el brasileño sigue estancado, pesado pese a su aparente ligereza, alarmantemente fuera de onda como si se tratase de una pieza de rompecabezas extraviada de otra caja.
De los tres partidos que le quedan al Barça, dos serán ante rivales que se juegan la permanencia, es decir la vida (Granada y Espanyol) , y el otro es el Betis. “Ojalá le podamos joder la Liga al Barcelona”, dijo su portero Adán, exmadridista para más señas. No, no resultará fácil. Para nadie.