Rossi profana el templo
El italiano arrebata la ‘pole’ a Lorenzo en el último suspiro y vaticinan un duelo caliente
Valentino Rossi casi ni se lo creía. Se giró dos veces para observar el tiempo de su última vuelta en las pantallas del circuito. Le acababa de arrebatar la pole a Jorge Lorenzo en su jardín. Afrenta mayor: le bate en su campo, en la vuelta lanzada de calificación, tras haber dominado el mallorquín casi toda la sesión, y encima en su pista talismán, donde debutó en el Mundial hace 15 años, donde acumulaba 5 poles en 8 visitas en MotoGP. Ya está liada para la carrera de hoy. Duelo al sol a tres bandas, los más grandes, los dos gallitos de Yamaha, egos encontrados, y la amenaza de un Marc Márquez que no quiere ser invitado de piedra defendiendo liderato.
La carrera de Jerez promete emociones trepidantes con este cartel. Los tres tenores están enchufados. Jorge, porque se siente fuerte en la pista donde resucitó en el 2015 y se propulsó hacia el título. Había liderado tres de los cuatro entrenos libres y tenía la segunda pole del curso casi en el saco. Casi. Vale se la fastidió por 122 milésimas en la ultimísima vuelta. Le jorobó ostensiblemente. La cara del mallorquín lo delataba. No tanto porque Rossi le iguala como el piloto con más poles en la historia del Mundial (62) como por haber sido derrotado en el primer asalto por su enemigo. “Me enfadé con el segundo neumático trasero, era defectuoso detrás y tuve que cambiar la moto, pero hice la vuelta más rápida posible... Para la carrera tengo un ritmo bastante bueno”, decía con resignación el balear, que intentará aplicar su receta: “Marcar la diferencia desde el principio” largándose “si se puede”.
Valentino, que llega de caerse en Austin, se sentía profanador del templo de Lorenzo. El año pasado, 5.º el sábado, se quedó a 7 décimas del mejor crono de Jorge, y ayer, increíblemente, le venció en una especialidad que no es su fuerte. De hecho, su última pole se remontaba a Assen, en junio de 2015; la de ayer es sólo la tercera en las últimas seis temporadas, con la que rompe una racha de 13 poles españolas seguidas. “En las últimas carreras tuve problemas, pero quiero volver a ser competitivo aquí. Sé que será muy, muy difícil estar con Lorenzo y con Márquez, pero podré hacerlo”, prometía el Dottore, el piloto que más ha ganado en Jerez (8), pero no lo hace desde el 2009.
Y Marc Márquez, que se sabe en inferioridad en un circuito estrecho, donde sufre con la aceleración de su Honda, va de tapado. Sale a minimizar daños, y a intentar pescar en la pelea de gallitos azules. “Espero hacer una buena salida y seguir el ritmo de los dos de Yamaha; me veo con ritmo para estar detrás de ellos, no me conformo con el podio, así que si llego bien a la última vuelta, intentaré coger 4 o 9 puntos más que siendo tercero”, comentaba Marc, con la tranquilidad de que muy probablemente mantendrá el liderato de MotoGP.