Franc Aleu
ARTISTA VISUAL
Tras dirigir la ópera El Somni con los hermanos Roca, la colaboración vuelve a reeditarse para ubicar en el Liceu un nuevo espacio gastronómico. Una experiencia culinaria y visual que ofrece un recorrido por los paisajes y productos catalanes.
Alos vecinos del tranquilo polígono de Celrà, a pocos kilómetros de Girona, ya no les sorprende cruzarse con personas que acarrean los objetos más extraños. Sardinas de cristal, cabezas de cerdo, cuerpos de dragón, cabezudos, porrones de formas imposibles, frutas de cerámica, sillas cortadas por la mitad o telones de terciopelo. Son carpinteros, maestros de los vitrales, ceramistas de La Bisbal, escenógrafos, expertos en imagen virtual u operarios de todo tipo que circulan entre las dos naves en las que Franc Aleu prepara su nuevo proyecto.
El artista visual que, en su día, dirigió la ópera gastronómica El
Somni con los hermanos Roca y Mediapro, se ha embarcado en una nueva aventura culinaria, esta vez de la mano del Liceu y de Tast Barcelona. Se trata de Òpera Samfaina, el espacio gastronómico de casi mil metros cuadrados que a finales de junio abrirá sus puertas en el Espai Liceu y que albergará desde una de las heladerías que capitanean Jordi Roca (el menor de los hermanos de El Celler ) y Ale Rivas, Rocambolesc (estará lista a principio de junio), en una de las entradas del Liceu, a una vermutería. También tendrá una zona de tienda, una barra solidaria, otras de vinos o cervezas, espacios para diferentes degustaciones de productos catalanes, o un pasillo con enormes cuadros animados (dioramas) que resumen cada uno de los actos de un viaje conceptual y divertido a la tradición gastronómica de un país que se ofrecerá en el espacio que está considerado la joya del proyecto: L’Odissea Catalana. Es una nueva ópera en la que han colaborado los hermanos Roca, que entregarán todos los beneficios de su participación a Médicos sin Fronteras.
Proponen una aventura que permitirá a 16 comensales, sentados en torno a una mesa redonda, emprender un particular viaje desde los orígenes de Catalunya hasta nuestros días en el que harán algunas degustaciones de productos vinculados al argumento y seleccionados por los hermanos de El Celler, ingredientes que tendrán un peso importante en el argumento (desde el aceite a la anchoa, los quesos, la uva o algún embutido).
Es la herencia de El Somni. “Si el primero era una propuesta de alta costura, ésta es prêt-à-porter”, explica Joan Roca, quien asegura que se trata de “una aventura divertida y asequible para disfrutar en familia, a la que hemos llegado a través de la experiencia que supuso hacer una ópera como El Somni y que ha acabado llevándonos al Liceu”.
L’Odissea transcurre en una
Entre los espacios hay desde una heladería a un vermutería o una barra solidaria Odissea Catalana muestra una divertida interpretación de la historia y la comida Aleu ha implicado en el proyecto a muchos artistas y artesanos de diferentes ámbitos Se ofrecerá un recorrido por los paisajes y los productos catalanes
estancia circular en medio de Òpera Samfaina, por lo que los visitantes que disfruten de la experiencia (se repetirá cada media hora en castellano, catalán e inglés), podrán continuar el recorrido probando otros bocados en las distintas áreas (desde las mesas de la amplia Cova, a la vermutería, con una barra de madera espectacular tallada con formas alegóricas al olivo, a la zona de Sotamar, de cuyo techo cuelga una barca, o espacios para lácteos o para embutidos, todos ellos seleccionados por la especialista Annette Abstoss, que ha recorrido cada rincón de la geografía catalana en busca de excelentes ingredientes. Otro de las zonas fundamentales que incorporará el Liceu es La barra Solidària, donde se podrán probar tapas o platillos de reconocidos chefs que colaboran desde hace tiempo con El Casal dels Infants, a quien se destinará parte de esas consumiciones.
En una de las naves de Celrà, mientras parte del equipo trabaja con imágenes virtuales para dar vida a uno de los dioramas que harán la función de gigantesco librero de la Odissea Catalana, Franc Aléu y Jordi Roca tratan de explicar una aventura que ni ellos mismos sabrían cómo definir . Es una visión “muy loca”, reconoce el propio director, Franc Aleu. Es una historia inspirada en la Odisea en la que Aleu ha vuelto a implicar a músicos –desde Pau Riba a Marc Parrot– a Vila-Grau, autor de los vitrales de la Sagrada Familia, al pintor Quim Hereu, al escultor Nico Nubiola, al actor Pez Cruz, a Toni Mujal autor de los cabezudos, a Oscar Dalmau (que ha puesto la voz), la Escolania de Montserrat, o la Orquestra del Liceu, a ceramistas, escenógrafos ....
Si para crear El Somni instaló su cuartel general en la masía de los hermanos Roca, frente a su restaurante, ahora ha necesitado dos naves industriales en las que trabajan técnicos y artesanos. “Todo está muy trabajado. Porque se ha querido hacer un homenaje a la vieja artesanía, combinada con la tecnología que trata de pasar desapercibida”. Intervienen la música, las imágenes, los sabores y, sobre todo la ironía. No es, insisten desde el Liceu y también desde El Celler de Can Roca, un restaurante. La intervención de los hermanos de Girona se centra en esa complicidad con Franc Aleu que ha llevado a otorgarle a Jordi Roca un papel en la obra y en la selección de los productos, pensada por Josep Roca y consensuada por Joan, el mayor de los hermanos.
En una de las naves, donde se tallan maderas a la vez que en los hornos se moldean cristales o
que un equipo técnico da vida a las imágenes virtuales, Franc Aleu y Jordi Roca cuentan su proyecto en un vídeo para el nuevo canal de gastronomía Comer, que hoy se estrena en la web de
La Vanguardia.
L’Odissea es, según el menor de los hermanos de El Celler , algo único. “Se está creando un espacio partiendo de cero que va más allá de lo gastronómico. Es un recorrido que surge de la imaginación desbordante de Franc Aleu que lleva a un personaje a buscar sabores en lo que él mismo califica como una historia de Catalunya de pa sucat amb oli y en el que nos reímos de nosotros mismos, algo muy propio de nuestra cultura”. Jordi, ríe Aleu, es el protagonista accidental. “En un mal cálculo, el rayo que envía Zeus va a parar a la cabeza equivocada, por lo que Jordi debe asumir un encargo de los dioses”.
En el Liceu, las obras avanzan para poder estrenar en junio el nuevo espacio gastronómico que habrá costado cerca de 3,5 millones. “Hubiera costado mucho más de no ser porque hay ganas e ilusión por parte de los profesionales extraordinarios que han dedicado esfuerzo a hacer un trabajo artesano impresionante”, afirma Aleu. Habrá asiduos al Gran Teatre a los que pueda escandalizar el nuevo proyecto. No lo niega el director del Liceu, Roger Guash. “Los habrá, como en su día hubo a quien escandalizó La Pedrera, o como en su día, el propio Josep Pla dijo que el Palau de la Música era una chatarrería o, como algunos llegaron a decir que había que demolerlo. O como algunos se han escandalizado recientemente ante el proyecto de la fachada del Liceu con los anillos. Pero yo creo que quienes sientan rechazo dejarán de tenerlo cuando entren y disfruten de la magia de una escenografía ligada a la ópera, con una calidad gastronómica a un precio relativamente asequible”. Guash confiesa que si cuando presentó hace unos meses el proyecto estaba ilusionado, ahora está mucho más porque conozco mejor el contenido. “Estoy ilusionado y contento porque creo que es bueno para el Liceu, para Barcelona y para el mundo”. Para el director, el proyecto es “un paso más en la apuesta por la innovación, con la aportación de una un gran escenógrafo como Aleu y de los cocineros de uno de los mejores restaurantes del mundo. Y es algo que posiciona el Liceu dentro del mundo cultural, donde lo más importante es la vertiente operística pero se abre la puerta a otras vertientes artísticas”.