“Ni me fui ni he vuelto”
Rafa Nadal analiza su victoria y Kei Nishikori lamenta su falta de paciencia
Mientras la pista central entonaba el cumpleaños feliz a la mamá de Rafael Nadal (Ana María Parera), el nueve veces campeón en el Real Club de Tenis sonreía emocionado. Todo había salido redondo en una tarde de puro espectáculo. Jugar en tu casa, con los ¡ohh! de los 8.000 asistentes a la cita y escribir un capítulo más en una historia ya plagada de logros. Kei Nishikori fue digno rival, pero no pudo evitar que el imán de la victoria atrajese al rey de la tierra. “Unir a Barcelona en esta lista de 9 títulos junto a Montecarlo y Roland Garros es muy especial para mí. Jugar en casa siempre es una sensación diferente. Este torneo es un histórico de nuestro circuito así que quiero felicitar a la organización por su fantástico trabajo”, alabó Nadal en su discurso de agradecimiento.
Los elogios al hombre que se quedó como subcampeón no fueron pocos. “Hoy ha estado todo muy apretado. Estás jugando con el número seis del mundo, no es fácil ganar. Es muy rápido, te acorta la pista, no sabes nunca dónde tira la pelota… Cambia las direcciones con mucha facilidad y al final te obliga a sacar muy bien”.
“Llevaba semanas persiguiéndolo”, confesó el balear. “Las sensaciones eran buenas en la pista, me divertí a jugando, estaba con tranquilidad… simplemente los resultados han tardado un poquito más en llegar”, continuó antes de dejar bien claro: “Ni me fui ni he vuelto. Siempre intento ser mejor. Hay mejores torneos y peores, pero tampoco soy una persona arrogante. Estar cinco del mundo no es irse”.
Para Nishikori, Barcelona sigue en un lugar especial de su corazón. “Han sido tres años geniales. Aunque haya perdido esta vez, las memorias son fantásticas”, decía el campeón en el 2013 y el 2014, que se llevó una sonada ovación de la grada. Durante el partido, sin embargo, la frustración del nipón fue más y más visible a medida que los juegos iban progresando, con una estadística retumbándole. Y es que apenas amortizó los puntos de break (3/13). Después explicó con resignación y rostro serio: “Me ha faltado paciencia. Le he dado demasiadas oportunidades en puntos importantes aunque sí que es verdad que cuando he cometido errores, él ha hecho un gran tenis”. “Últimamente sólo hago que perder con Rafa. Pero claro, al final esta es su mejor superficie”, dijo encogiendo los hombros.
Con dos trofeos consecutivos, los resultados del trabajo de Nadal han florecido en primavera. “Estas dos últimas semanas han sido muy importantes y muy bonitas”, reconoció el campeón. He aquí un aviso para navegantes: con 1.500 puntos más en la clasificación del año, Nadal ya está sólo por detrás de Djokovic, el número uno. Madrid y Roma están cerca, pero sobre todo Roland Garros espera a su emperador. Y su imponente derecha ya asusta.