“Ganar en su casa da gusto”
Rossi considera que el triunfo en Jerez demuestra que está fuerte para todo el año
Por primera vez esta temporada, después del virulento final de curso 2015 cargado de tensión, los tres tenores se encontraron en el podio. Sin pitidos ni abucheos esta vez, cada uno fue a su rollo en la ceremonia del cava, rociando a la azafata de turno, a Lin Jarvis, o mutuamente Lorenzo y Márquez. De nuevo ni se miraron ni se felicitaron; se ignoraron. Aunque Vale sí se acordó de sus rivales españoles al expresar sus emociones: “Ganar en casa de Lorenzo y Márquez da gusto; he disfrutado allí arriba, en el cajón más alto, en medio de los dos”, decía el 46 con toda la intención.
La expresividad verbal y el lenguaje corporal evidenciaban un Rossi pletórico por haberse vuelto a abrazar con la gloria y por haber sido tan superior. “Esta victoria, por cómo se ha producido, es importante para mí y para mi equipo. Esto quiere decir que somos fuertes. Ha sido un fin de semana perfecto”, señalaba. “Lo que me ha dado más gusto ha sido sentir a Lorenzo y a Márquez cada vez más lejos”.
Hacía nueve carreras que Rossi no ganaba, desde el 30 de agosto pasado, y volvía a hacerlo precisamente en la pista donde su vecino suele ser más fuerte. “Es especial porque llega en el momento justo. El deseo de ganar era muy elevado porque mi última victoria fue el año pasado en Silverstone. Después de aquélla Márquez ganó, Lorenzo ganó, Pedrosa ganó... y yo no; así que era mi turno”, decía. “Es una victoria importante porque si vas bien en Jerez puedes ser fuerte también en Mugello, en Barcelona, en Assen, en muchas pistas europeas clásicas”.
En contraste con la alegría de Rossi, la cara de Lorenzo era la imagen de la frustración y el enfado “por el problema con el neumático trasero” que le impidió seguir recortando distancia a Rossi y le obligó a “bajar el ritmo por seguridad”. Una pérdida de tracción que “fue una pena porque podía haber ganado con bastante margen. Esta segunda plaza es difícil de aceptar porque las últimas vueltas fueron complicadas”, se quejaba Jorge, que destacaba haber alcanzado los 100 podios.
Mientras, el rostro de Márquez ilustraba la conformidad con un resultado, un tercer puesto que le sabía bien. “Nakamoto (el jefe de HRC) me dijo: ‘Por favor, acaba la carrera’. Eso me dio a entender que un tercer puesto ya era bueno. Tuve un susto en la curva 8, salvé la caída con el codo, y para mí fue el último aviso. Me dije que 16 puntos ya estaban bien”, comentaba Marc, que atribuía su falta de ritmo al aumento de la temperatura, la pérdida de aceleración y la necesidad de gestionar