El primer crucero de EE.UU. que llega a Cuba.
Atraca en el puerto de la capital cubana el primer crucero procedente de EE.UU. en medio siglo
El Adonia es el primer crucero norteamericano que atraca en La Habana en medio siglo. En él viajaban 600 turistas, aunque Cuba lo presenta como un “intercambio educativo”.
Arnie Pérez y su esposa Carmen nacieron en Cuba en 1960. Dejaron la isla con sus familias cuando él tenía 9 meses y ella, 7 años y nunca volvieron... hasta ayer, cuando fueron los primeros pasajeros del crucero Adonia que pisaron tierra firme en el puerto de La Habana tras una travesía iniciada el domingo en Miami. Era el primer barco con pasaje civil procedente de Estados Unidos que atracaba en un puerto cubano desde que hace más de medio siglo se interrumpieron las relaciones entre el país caribeño y el gigante norteamericano. El capitán del Adonia, David Box, hizo sonar la alarma. “Nuestro barco es pequeño pero la sirena es fuerte y se hará sentir en todo el mundo... nunca olvidaremos este día”, declaró a El
Aunque el turismo se disfraza de intercambio educativo, 100.000 estadounidenses viajarán a la isla en 2017
Nuevo Herald. El barco arribó a puerto sobre las 11 de la mañana. Horas antes ya había empezado a bordo una fiesta con música y mojitos convocada por Arnold Donald, directivo de la agencia de viajes que en cuanto se avistó la silueta de la catedral de la Habana proclamó Good morning Cuba. La música, la fiesta y la excitación de los pasajeros cuando el buque entraba a puerto llamó la atención de cientos de ciudadanos cubanos en tierra firme que dieron la bienvenida a los visitantes con vítores, aplausos y agitando banderas cubanas y norteamericanas.
El crucero Adonia es la primera iniciativa que con una interpretación laxa de las leyes permite a los estadounidenses hacer turismo en la isla, aunque se presenta como un programa de “intercambio educativo de pueblo a pueblo” porque el turismo de los estadounidenses todavía permanecerá expresamente prohibido mientras el Congreso de Estados Unidos no levante definitivamente el embargo.
El crucero Adonia consiste en un periplo alrededor de la isla de una semana de duración con escalas en Cienfuegos y Santiago de Cuba. Precisamente en Santiago, vive el único pariente que le queda en la isla a Arnie Pérez, una tía de 89 años a la que piensa visitar nada más llegar.
El Adonia tiene capacidad para unos 700 pasajeros y los billetes se agotaron rápidamente nada más anunciarse la oferta, pero el elevado número de reservas individuales redujo el pasaje a poco más de 600, que pagaron 2.662 dólares cada uno por el viaje y la pensión alimenticia durante siete días. La mayoría de los pasajeros eran ciudadanos estadounidenses sin vínculos con la isla caribeña porque el régimen cubano tenía una ley que prohibía a los ciudadanos de origen cubano llegar a la isla por mar. Ciudadanos estadounidenses de origen cubano pusieron una demanda por discriminación contra la compañía, que nada podía hacer más que presionar al Gobierno de La Haban que, finalmente, acabó rebajando las restricciones. Mas de una docena de compañías especializadas en cruceros turísticos están negociando con las autoridades de Cuba y de Estados Unidos los permisos para poder organizar visitas a la isla. El Consejo Económico y Comercial EE.UU.-Cuba prevé que 100.000 personas viajarán a la isla desde Florida en el 2017. Eso supondrá un volumen de negocio de 300 millones de dólares, de los que 88 millones serán recaudados por la Administración cubana, lo que pone de manifiesto la convergencia de intereses comunes entre los empresarios capitalistas de EE.UU. y las necesidades del régimen comunista que fundó el comandante Fidel Castro.