Militancia interrogada
La formación recuperará el nombre en las listas de las generales y hará primarias
CDC pregunta a sus afiliados si prefieren impulsar la creación de una nueva formación política o que Convergència se mantenga como partido y haga frente a su renovación.
“Quiero que CDC impulse la creación de una nueva formación política” o “quiero que CDC se mantenga como formación política y haga frente a su renovación”. Estas son las dos opciones entre las que deberán elegir los militantes y simpatizantes de CDC en la consulta que se celebrará el próximo día 21 para decidir el futuro de la formación: fundar un partido nuevo o renovar el actual. La pregunta fue decidida ayer por el comité ejecutivo, a propuesta de Artur Mas, que la redactó de su puño y letra este fin de semana, y en ella se incluye un largo preámbulo en el que se reivindica el trabajo “globalmente positivo” realizado por CDC durante sus cuarenta años de existencia y se constata la necesidad de adaptar el partido a los cambios de todo tipo –políticos, económicos, sociales, culturales...– que en los últimos tiempos experimenta la sociedad catalana. Y mañana tendrá que ra- tificarla formalmente, junto al resto de acuerdos, el consejo nacional.
Los militantes y simpatizantes responderán a la pregunta marcando con una cruz la casilla de una de las dos posibilidades y, en función de los resultados, los días 8, 9 y 10 de julio se celebrará o bien el congreso de fundación de un nuevo partido o bien el decimoséptimo congreso de CDC. La dirección apuesta por la primera de las dos opciones y confía en que la consulta se decante mayoritariamente por esta misma salida. En todo caso, de una manera o de otra, tiene claro que la refundación no tiene marcha atrás, y así se encargó de realzarlo el propio Artur Mas –“renovarse o morir”, vino a decir–, en una inusual comparecencia en la rueda de prensa posterior a la reunión del comité ejecutivo, con la que quiso subrayar la trascendencia del momento que vive el partido.
La denominación que tenga la fuerza política resultante de la consulta del día 21 no se decidirá hasta el congreso de julio, pero el expre- sidente de la Generalitat, sin querer adelantar acontecimientos, recordó en este sentido que la voluntad de la mayoría de militantes expresada durante el proceso participativo interno celebrado con el título de Torn obert ha sido la de mantener de algún modo el nombre, que no las siglas, de Convergència. Una situación que puede llevar a la paradoja de que en la consulta se decida fundar un nuevo partido y en el congreso se opte porqué se continúe llamando Convergència. La reivindicación de la historia de CDC como un activo para Catalunya está, en cualquier caso, en la decisión también adoptada ayer de recuperar el nombre la formación –tal como había adelantado La Vanguardia– en la candidatura para las nuevas elecciones generales del 26-J.
CDC desestima así la continuidad de la denominación de Democràcia i Llibertat con la que concurrió a la cita del 20-D y que el resultado demostró que había sido un fracaso, ante la evidencia de que muchos electores creyeron que el partido de Artur Mas no se presentaba a aquellos comicios. A lo que sí continúa abierto el partido, sin embargo, es a reeditar la coalición con Demòcrates de Catalunya y Reagrupament, siempre y cuando en el nombre de las listas figure Convergència. “Independientemente de la candidatura que se haga, el nombre de Convergència figurará en ella”, sentenció el expresidente de la Generalitat. El problema para repetir la coalición es que la escisión de Unió, partidaria primero de una lista soberanista sin políticos que acuda a Madrid con ánimo de “bloquear la política española” y, si no, de mantener Democràcia i Llibertat con la misma u otra denominación, parece difícilmente dispuesta a formar parte de una candidatura en la que CDC recupere sus propias siglas.
Con vistas a las nuevas elecciones generales CDC tiene previsto igualmente celebrar primarias para escoger a su cabeza de cartel, al aspirante a convertirse en el jefe de filas en Madrid. Oficialmente, podrán optar todos los candidatos a ser nombrados presidentes del grupo parlamentario en el Congreso, con independencia de la circunscripción por la que se presenten, y sólo si finalmente hay más de uno las primarias se llevarán a cabo el mismo 21 de mayo, coincidiendo con la consulta interna. De momento, el único que ha expresado la voluntad de optar al puesto es su actual ocupante, Francesc Homs. La medida se convertirá, en todo caso, en el ensayo de los cambios que después deberán aplicarse con la refundación del partido.
Los preparativos de las listas del 26-J CDC los ha activado una vez ha constatado la imposibilidad, a pesar de su insistencia, de formar una candidatura soberanista conjunta con ERC ante la negativa del partido de Oriol Junqueras. Todo ello para hacer frente a unas elecciones generales que, de todas formas, hubiera preferido ahorrarse y cuya celebración atribuye a la “ineptitud y falta de generosidad de los partidos políticos españoles y sus líderes” –todos sin excepción–, para los que Artur Mas tuvo palabras muy duras, con calificativos de “inmadurez, fracaso, falta de sentido de Estado y falta de cultura de diálogo y pacto”.
Mas atribuye la repetición de las elecciones a la ineptitud de Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera