En busca del voto antisoberanista
Ciudadanos y el PP pugnan por ganarse el favor de los sectores contrarios al acercamiento con Catalunya
El anticatalanismo puede volver a ser un buen argumento electoral, casi un año después del cambio político en la Comunidad Valenciana. Así lo entienden el PP y Ciudadanos, que han comenzado a emplearse a fondo, y a levantar viejas hachas de guerra, para captar la atención de los sectores más antisoberanistas y españolistas de la sociedad valenciana.
De un lado, atacando al gobierno autonómico, integrado por el PSPV-PSOE y Compromís. Los misiles se dirigen principalmente al partido de Mónica Oltra, al que acusan de querer emular en Valencia el proceso soberanista cata-
Compromís se sintió incómodo con las manifestaciones organizadas por Acció Cultural por el 25 d’abril
lán. Y se aprovechan hechos como una estelada colgada en las Torres de Serranos o la manifestación y el posterior concierto por la cultura organizado el 23 de abril en la plaza de Toros por Acció Cultural del País Valencià, donde se escucharon mensajes en favor de los “Països catalans”, para alertar de la presunta invasión del catalanismo político y cultural.
Y en esta competición, el PP y Ciudadanos usan diversas estrategias. La semana pasada, el partido de Albert Rivera, con presencia de destacados líderes como Inés Arrimadas, realizó una concentración ante el Palau de la Generalitat “en defensa de la Constitución y del Estatut valenciano”. Acudieron unas 200 personas. Fernando Giner, portavoz de Cs en la Comunidad Valenciana, subrayó que “nuestro partido es el dique de contención contra el nacionalismo que Compromís, con la colaboración del PSPV, quiere imponer en Valencia”. Y acusaron a Ximo Puig de permitir que se extienda el concepto de “Països catalans”.
El PP, por su parte, ha vuelto a llevar a las Cortes Valencianas la ley de señas de identidad que se aprobó en tiempos de Alberto Fabra y que se derogó hace dos meses. Los populares quieren que la Generalitat Valenciana permita que la Escuela Oficial de Idiomas de el visto bueno a los títulos en valenciano de Lo Rat Penat y de la Real Academia de Cultura Valenciana, ambas son entidades antisoberanistas. Su presidenta, Isabel Bonig, no duda en calificar a Compromís de “partido nacionalista y radical”.
En Compromís se reconoce, veladamente, la incomodidad ante los actos organizados por Acció Cultural del País Valencià para conmemorar el 25 d’abril. De hecho, ningún representante de este partido acudió ni a la manifesta- ción ni al posterior concierto de grupos de música en valenciano y de cantautores como Lluís Llach. Mónica Oltra ha defendido en público que “a nosotros no nos obsesionan las banderas, queremos rescatar personas”. Tampoco acudieron representantes del PSPVPSOE. Existe, al respecto, según fuentes de este partido, cierto temor a que una nueva guerra de símbolos alentada desde la derecha acabe contaminando la política valenciana y, en especial, al bipartito que gobierna la Comunidad Valenciana.
Estos nuevos síntomas de batalla de símbolos tampoco gustan nada en el entorno de Ximo Puig. Ayer, el president presentó una campaña institucional para intentar limpiar la imagen que los múltiples casos de corrupción del PP han generado sobre la Comunidad Valenciana con el lema “Reparem. Reconstruïm. Renaixem”.