Educación rectifica también en el examen de reválida de secundaria
El borrador apunta que las pruebas de 4.º de ESO las harán las autonomías
La ley Wert es cada vez menos Wert desde que el sucesor del insigne ministro ha visto el rechazo de la comunidad educativa a la normativa y está rebajando sus máximos. A la rectificación de la evaluación de 2.º de bachillerato anunciados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte la semana pasada, se suman ahora los cambios en los exámenes que deben superar a partir del próximo año los estudiantes de 15 y 16 años que cursarán 4.º de la educación secundaria obligatoria. Este examen será necesario, a partir del 2018, para obtener la titulación.
La prueba que ultima el equipo en funciones del ministro Íñigo Méndez de Vigo no será tipo test, no se hará en la misma fecha en toda España ni incluirá 350 preguntas, según el borrador del real decreto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) que ayer recibieron las comunidades autónomas y que difundieron las webs de El País y El Mundo. El ministro ha convocado para el próximo día 13 de mayo a los consejeros de Educación en la conferencia sectorial para debatir el nuevo modelo educativo. Los borradores del proyecto de real de- creto y de la orden ministerial que regulan ambas reválidas confirman lo que ya apuntó Méndez de Vigo la semana pasada para la prueba de bachillerato: con la de la ESO tampoco se hará el mismo examen el mismo día en toda Espa- ña, como estaba previsto inicialmente. Como en el caso de las pruebas de acceso a la universidad, que el Ministerio acordó con la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), el reparto competencial ha cambia- do: ahora tienen más peso las comunidades autónomas y menos el Estado. Educación diseñará las pruebas, establecerá su contenido y la horquilla de fechas para su realización. Pero el contenido será elaborado por los gobierno auto- nómicos, que decidirán también la fecha de la evaluación y determinarán el lugar. Las consejerías se encargarán de elaborar guías de codificación y corrección, prepararán la coordinación entre institutos y universidades, designarán los tribunales y los profesores externos que las corrigen y resuelvan todas las reclamaciones. Asimismo los exámenes incluirán cuestionarios para determinar el contexto socioeconómico de los alumnos.
Los resultados de la prueba de ESO pesarán un 30% para su nota final mientras el 70% restante corresponderá a las notas obtenidas a lo largo del ciclo. En el caso de bachillerato, los porcentajes serán 40% y 60%, respectivamente. Los alumnos podrán repetir la prueba
La prueba de la ESO pesará un 30% para la nota final mientras el 70% corresponderá a las notas del ciclo
si suspenden y también si quieren subir nota. Para ello, se contemplan cada curso una convocatoria ordinaria y otra extraordinaria.
El examen de secundaria se centrará en las materias troncales y evaluará las siguientes competencias: comunicación lingüística, competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología, competencia digital, aprender a aprender, competencias sociales y cívicas, sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, y conciencia y expresiones culturales.