“No me interesa saber si hay algún cadáver en el armario”
Bertín Osborne, cantante, actor y presentador de ‘Mi casa es la tuya’, el formato de conversaciones amables que se ha traslado con polémica de TVE a Telecinco
Bertín Osborne ha protagonizado uno de los traspasos más sonados de los últimos años. De TVE a Telecinco con uno de los formatos con más éxito de este curso en el que el presentador jerezano mantiene amables conversaciones, bien ejerciendo de anfitrión o de invitado. Osborne graba las nuevas ediciones de Mi casa es la tuya (lunes en Telecinco) mientras de jueves a domingo sube al escenario del teatro Borràs de Barcelona para representar Por humor al
arte, junto a Arévalo.
Ya ha debutado en Telecinco. ¿Es verdad que Pedro Piqueras tuvo un papel importante en su fichaje por Mediaset? Se cuentan muchas cosas. Pedro es amigo mío desde hace muchos años. Cuando se publicó que no íbamos a renovar por RTVE, Pedro me llamó como amigo para interesarse. Él no entendía qué estaba pasando. Bueno, nadie entendía nada. Cuando le expliqué lo ocurrido, él habló con directivos de Telecinco y nos llamaron cuando aún no había pasado ni hora y media.
Y por fin se ha emitido el capítulo en que aparecen Agatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez, que según se dijo fue el detonante del conflicto. Personalmente no me consta que ese haya sido un problema. Pedro asegura que el problema viene de ahí, pero yo no me puedo pronunciar porque no tengo constancia. Si la tuviera, lo diría.
¿Cuándo empezaron las discrepancias con RTVE? A nosotros nos dijeron de palabra que nos iban a renovar por 18 programas más. Y el consejo que debía aprobar esa prórroga lo redujo a sólo cinco. Por logística, eso no es posible. Nosotros tardamos tres semanas en montar un programa. Era imposible trabajar a cinco semanas vista, sobre todo cuando teníamos a personajes importantes apalabrados, como Antonio Banderas, para después de esas cinco semanas. Uno no puede cerrar personajes más allá del contrato que tiene, y si lo tienes para un mes ¿por qué me pides programación para más adelante? Funcionalmente era imposible hacerlo y decidimos no prorrogar esas cinco ediciones y buscarnos la vida. No pedíamos ni un euro más. Sólo continuidad.
RTVE argumentó un problema presupuestario... A mí no me sirve que digan que es un problema presupuestario y que no quieran renovar por 18 programas al espacio más visto, con diferencia, de toda la cadena cuando en el mismo consejo se compran 600 películas de una productora de un amigo mío –se refiere a Enrique Cerezo– que sólo promedian un tres o un cuatro por ciento de cuota. Que no me cuenten milongas. Es una excusa como otra cualquiera.
¿A qué atribuye el éxito de este formato? Ha sido una sorpresa para todo el mundo, incluso para nosotros. Yo pensaba que iba a funcionar porque mis programas anteriores han funcionado casi siempre, pe- ro no de esta manera. ¿Los motivos del éxito? Quizás porque proporcionamos un rato agradable, sin tensiones, sin tercer grado, sólo una charla simpática entre dos amigos, o presuntos amigos, que no agrede a nadie.
¿Los invitados suelen hacer confesiones que normalmente no hacen? ¡Que normalmente no hacen a un periodista! Esa es mi ventaja, que yo no lo soy. A mí no me ven como un entrevistador al uso, con preguntas y respuestas, sino como un amigo con el que están charlando y con el que tienen cierta confianza en la mayoría de los casos.
Pero saben que esa conversación se emitirá en televisión. Sí, pero la gente se relaja muchísimo. Yo no soy nada amarillista, no me interesa el morbo. Es más, me da vergüenza ajena. Hay cosas que no preguntaría nunca. No me interesan las tendencias sexuales de nadie ni con quién se van a la cama ni si tienen algún cadáver en el armario. Al revés. Si lo tienen, prefiero no preguntarles. Cada uno tenemos los nuestros. Es algo que me produce pudor.
¿Hay que ser su amigo para salir en el programa? (Ríe). No. He tenido gente que no conocía previamente, como Pablo Alborán y Mario Casas. Este programa es estupendo porque terminas conociéndolos de verdad después de cinco horas de conversación. ¡Ah! y tampoco conocía a Rajoy ni a Pedro Sánchez.
¿Qué invitados tiene en las próximas ediciones? Esta semana grabamos con Esperanza Aguirre, la siguiente con Ángel Nieto y luego Antonio Banderas.
¿Hay personas que se resisten? Sí. Uno de los personajes que me hacía más ilusión era Marisol, Pepa Flores. Todos los de mi generación estábamos enamorados de ella. Pero ella y su marido, de la forma más adorable y encantadora, nos dijeron que nos veían todas las semanas pero que ella decidió hace tiempo no salir más en los medios, y es una decisión absolutamente respetable que yo comparto. Ha habido más gente que nos ha contestado negativamente, pero tampoco muchos.
Aprovechando que está en Catalunya, ¿veremos a gente de aquí? Una de las personas que me encantaría, y que creo que ya hemos llamado aunque no sé si finalmente querrá venir, es Joan Manuel Serrat. También vamos a intentar contar con Montserrat Caballé y Gerard Piqué.
Televisión, teatro, conciertos... ¿dónde se encuentra más cómodo? En todas partes. Aunque a mí me encanta sobre todo cantar y disfruto mucho en los conciertos. Empecé con ello.
Y por si todo eso no fuera suficiente, también hace negocios como empresario... Sí, desde hace tres años tengo una empresa de alimentación donde vendemos ibéricos, quesos, gazpachos, caldos... El objetivo es financiar mi fundación, que sirve para ayudar a familias con hijos que tienen lesiones cerebrales.
“Nos ofrecieron prorrogar sólo cinco ediciones, lo cual no era posible logísticamente” “La gente me hace confesiones porque no me ven como a un periodista”