Cuando Tinder y Grindr llegan al teatro
La Villarroel estrena ‘Pretty’, sobre la obsesión actual por la belleza, con una campaña en Tinder, y en junio llegará un musical de Grindr
Las apps de contactos, de ligues, como Tinder y Grindr, han cambiado la forma de relacionarse para mucha gente. Son apps para móvil en las que las fotos de los interesados y las interesadas forman un gran mosaico o las páginas de un gran catálogo en el que escoger. Sí. No. Like. Don’t like. Las posibilidades de conocer a gente se multiplican. También el número de relaciones. Y de anécdotas. Y de estereotipos. Así que sólo era cuestión de tiempo que llegaran de una u otra manera al teatro.
De hecho, el magnético montaje de Falk Richter Never forever en la Schaubühne berlinesa ya utilizaba las redes sociales por ordenador para mostrar la soledad contemporánea en las grandes ciudades, con perpetuas huidas hacia delante, de un contacto a otro, de los jóvenes protagonistas para sentirse vivos, con enorme necesidad del otro y de su validación pero pánico a cualquier tipo de compromiso.
Y ahora las más modernas apps de móvil toman la palestra. Ayer se presentó en La Villarroel Pretty, una obra de Neil LaBute –el autor de la celebrada La forma de les coses– que habla de nuestra actual obsesión por la belleza, por el físico, y para la que la productora responsable del montaje, Sixto Paz, expertos en promoción teatral mediante métodos innovadores como la taquilla inversa –pagar al salir según la satisfacción por el espectáculo– o las ligas teatrales, han montado la promoción en... Tinder. Sus cuatro protagonistas tienen ahora un perfil en la red de contactos. Y a sus perfiles, con los nombres que tienen en la obra, les va muy bien. En Tinder la gente ve básicamente la cara de cada candidato y le da un Like o un Nope. Si esa persona le da también al Like, hay Match. Y pueden empezar a hablar. Los cuatro protagonistas de Pretty, Pau Roca, Joan Carreras, Sara Espígul y Mariona Ribas arrasan en estos mo- mentos en Tinder. Hacen Match por cientos. Son guapos.
Para Marilia Samper, la directora de Pretty –que arranca el viernes–, el funcionamiento de Tinder está íntimamente relacionado con la obra, en la que a partir de una pequeña anécdota –un joven dice que su novia no es guapa, que es “justita”, y ella se entera– se hunden las relaciones de dos parejas amigas. “La reflexión que hace LaBute es sobre la importancia que le damos hoy en día a la belleza y la obsesión que hace que volquemos un exceso de energía en perseguirla, que está distorsionando nuestra realidad y afectando a nuestro entorno y a nuestras relaciones. Y toda esta explosión de redes sociales y de contactos propicia la elección por la ca- ra de la gente. Si te ofrecen un catálogo de caras, eliges la que te parece más bonita, no eliges por su inteligencia o su sentido del humor, y eso está ocasionando un grado mayor de soledad en la sociedad”, reflexiona. Para que nada falte, y poner a la gente en situación, para entrar a la sala separarán a los espectadores en guapos y normales.
Y si los Sixto Paz han utilizado Tinder para Pretty, el 2 de junio llega al Eixample Teatre Grinder el musical, que utiliza la popular aplicación gay para un espectáculo que juega con los estereotipos y que promete “diversión sin tabúes”.