Quintana inspecciona el Tour entre la nieve
Jornada de reconocimientos alpinos. Mientras Alberto Contador se desplazaba hasta el JouxPlane, aún con restos de nieve, Nairo Quintana aprovechaba el final de la Vuelta a Romandía para inspeccionar algunos recorridos especialmente significativos del próximo Tour de Francia que se desarrollarán en Suiza. Ayer por la mañana, acompañado de su director deportivo, José Luis Arrieta, el ciclista colombiano se dirigió hacia la estación de Finhaut Emosson, punto final de la decimoséptima etapa, prevista para el 20 de julio. Sin duda, las condiciones no serán las mismas que encontró ayer el líder del Movistar: una carretera que acaba de ser habilitada por las má- quinas quitanieves (ni siquiera está aún abierta a la circulación) una temperatura cercana a los cero grados y dos enormes paredes blancas en los laterales. Aquí se jugará buena parte del Tour 2016. “Como escalador que es, a Nairo le ha gustado la subida”, comentó Arrieta. En el tramo final de esta etapa se encadenan las subidas a La Forclaz (13 km a casi el 8% de desnivel medio) y luego la subida hasta la presa de Emosson, a casi dos mil metros de altitud. En el programa inmediato del ciclista colombiano figura ahora visitar otras dos jornadas determinantes para sus opciones de victoria en el Tour: la cronoescalada del 21 de julio, de Sallanches a Megève (17 km.), y la contrarreloj del día 15, más llana y sobre 37 kilómetros, en la región de Ardèche.