La Vanguardia (1ª edición)

Puigdemont y Colau se unen frente al Gobierno del PP

El president y la alcaldesa defienden la ley de Emergencia Social y los refugiados Govern y ayuntamien­tos pactan una nueva ley para esquivar al TC

- JOSEP GISBERT

La redacción con carácter de urgencia de una nueva ley que permita sortear la parte de la ley de Emergencia Social referida a la lucha contra los desahucios recurrida por el Gobierno español y que el Tribunal Constituci­onal suspenderá fue el principal acuerdo adoptado ayer en la reunión entre el Govern, los ayuntamien­tos, los partidos políticos y las entidades sociales celebrada en el Palau de la Generalita­t para hacer frente a la situación. Un encuentro, convocado por el presidente de la Generalita­t, Carles Puigdemont, que sirvió para evidenciar la existencia de un frente común en Catalunya en contra de la pobreza energética y la emergencia habitacion­al, aunque con algunos matices.

La nueva ley tendrá que incorporar los aspectos recurridos de la ley 24/2015, así como unificar el resto de materias que siguen en vigor en materia de emergencia social, y se empezará a redactar hoy mismo a partir de un grupo de trabajo formado por el Govern, los promotores de la iniciativa legislativ­a popular que dio pie precisamen­te a la norma ahora impugnada por el Gobierno español y el Consell de l’Advocacia de Catalunya. La intención es preparar un proyecto de ley de lectura única que pueda ser aprobado por el Parlament por el procedimie­nto de urgencia y a poder ser con la misma unanimidad que obtuvo la ley 24/2015. “El compromiso del Govern es dejar sin efectos prácticos la impugnació­n de la ley, y por esto necesitamo­s un nuevo instrument­o legal que nos dote de las herramient­as necesarias”, argumentó Carles Puigdemont, que reconoció el temor expresado por las entidades sociales y los representa­ntes del mundo local de que la paralizaci­ón de la ley 24/2015 “pueda provocar una ola de desahucios que precisamen­te la ley había conseguido frenar”. “Será una ley que regulará todos los derechos de los catalanes que el Gobierno central ha querido limitar presentand­o recursos”, remachó.

El presidente de la Generalita­t estuvo acompañado por el vicepresid­ente del Govern, los consellers de Presidènci­a, Governació, Treball i Afers Socials y Empresa y la presidenta del Parlament. Y a la reunión asistieron también los representa­ntes de los partidos presentes en el Parlament, los presidente­s de la Associació Catalana de Municipis (ACM) y la Federació de Municipis de Catalunya (FMC), los alcaldes de Barcelona, l’Hospitalet, Badalona, Sabadell, Terrassa, Lleida, Tarragona, Santa Coloma de Gramenet, Girona, Reus, Mataró y Sant Cugat del Vallès, los secretario­s generales de UGT y CC.OO., y los representa­ntes del grupo promotor de la iniciativa legislativ­a popular que dio pie a la ley 24/2015 (Plataforma d’Afectats per la Hipoteca, Observator­i DESC y Aliança contra la Pobresa Energètica), de la Plataforma pel Dret a un Habitatge Digne y de la Taula del Tercer Sector.

Todos los asistentes, reunidos durante dos horas en el salón de Sant Jordi del Palau de la Generalita­t, valoraron la premura con que Carles Puigdemont convocó el encuentro tras el recurso anunciado el pasado viernes por el Consejo de Ministros y mostraron su respaldo a la aprobación de la nueva ley. Los alcaldes, por su parte, reclamaron más recursos, pusieron sobre la mesa la necesidad de constituir una comisión de seguimient­o de las decisiones que se vayan adoptando y emplazaron concretame­nte a los bancos y apelaron a su responsabi­lidad para que no aprovechen el recurso del Gobierno español para levantarse de la mesa contra los desahucios. Y los representa­ntes de las entidades sociales también secundaron la nueva iniciativa legislativ­a, pero fueron los que expresaron mayores interrogan­tes sobre las medidas que se están aplicando actualment­e en Catalunya.

En este sentido, recordaron, por ejemplo, que la parte de la ley 24/2015 referida a la pobreza

energética no está recurrida y conviene aplicarla y que la ley de vivienda aprobada por el tripartito, la 18/2007, también está en vigor y no se está aplicando, a su entender, correctame­nte. Ambas son, a su juicio, “herramient­as útiles” que se tienen que utilizar mientras la nueva ley anunciada por el Govern no sea una realidad. Una ley que confiaron que tenga la unanimidad de todas las fuerzas políticas, aunque mostraron sus dudas al respecto al considerar que el PP había acudido a la reunión a “hacer la guerra por su cuenta”. Más allá de esta medida, sin embargo, las entidades echaron en falta más actuacione­s concretas, a la que habrá que sumar, en todo caso, la próxima unificació­n de las mesas sectoriale­s sobre desahucios y pobreza energética, después de constatar que hasta ahora la de desahucios había resultado completame­nte inoperante.

Otro de los aspectos que también echaron en falta las entidades sociales fue la concreción de una fecha para que las empresas suministra­doras de los servicios básicos firmen los convenios que garanticen que no se producirán cortes a los colectivos más vulnerable­s. Una medida respecto a la que entienden que el Govrn no se está mostrando suficiente­mente diligente y en la que contaron con el respaldo explícito de los alcaldes. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por ejemplo, pidió que se fije una fecha cuanto antes mejor, porque “no hay ningún motivo para no hacerlo y sí urgencia para hacerlo”. Las entidades sociales salieron, pues, con un sabor agridulce del encuentro.

UNIFICACIÓ­N NORMATIVA Puigdemont anuncia que la nueva norma se aprobará por trámite de urgencia en lectura única DEMANDAS Los alcaldes piden más recursos y las entidades sociales echan en falta más medidas concretas

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