Un derbi caliente
Barça y Espanyol se enfrentan por cuarta vez este año después de una trilogía de enorme tensión
La previsible tensión del próximo derbi futbolístico de la Ciudad Condal estará exacerbado por el recuerdo de los tres Barça-Espanyol jugados esta temporada, que finalizaron con un cruce de acciones violentas, insultos, agresiones y amenazas que enturbiaron el ambienta de una forma como hacía tiempo que no se recordaba.
Veintisiete tarjetas amarillas, dos expulsiones (Diop por roja directa y Hernán Pérez por acumulación) y dos partidos de suspensión para Luis Suárez. El saldo disciplinario de la trilogía de derbis disputada entre el 2 y el 13 de enero refleja el clima de tensión que existió en el terreno de juego y en la zona de vestuarios. Pero no todo termina en las actas arbitrales. Se produjeron agresiones sin castigo, comportamientos punitivos en las gradas, declaraciones incendiarias... “No hubo sangre. Si hubiéramos querido podríamos haber sacado a los jugadores del Barça en camilla”, justificó Diop tras el segundo partido, el más duro. El cuarto derbi de la temporada se presenta con abundantes cuentas pendientes.
Los dos puntos que el Barça se dejó en Cornellà en la 18.ª jornada le irían de perlas en este ajustado final de campeonato, pero el Espanyol defendió el 0-0 con uñas y dientes y el público concedió al resultado la importancia de una gran victoria. En las gradas, un ambiente de enorme hostilidad, cánticos insultantes o esporádicos pronunciamientos racistas. Las críticas posteriores a la agresividad de los jugadores blanquiazules y a la permisividad del colegiado González González provocaron la reacción exacerbada del presidente Joan Collet. Le quedaba poco en el convento y no se dejó nada dentro del buche: “Es una vergüenza el tratamiento recibido por el Espanyol en el derbi. Es lo de siempre en esta tie- rra, porque comienza a ponerse en marcha la maquinaria nacional barcelonista”, atacó, y profundizó: “Violencia sólo la vieron unos pocos, los mismos de siempre, que buscan justificar que no ganaron”. La cantidad de energía que empleó el Espanyol en este duelo fue tal que después encadenó una serie de ocho derrotas y un empate antes de volver a ganar y se postuló peligrosamente como candidato al descenso.
Cuatro días después (6 de enero) en este ambiente sulfurado se disputaba en el Camp Nou la ida de la eliminatoria de dieciseisavos de la Copa. No iba a ser, evidentemente, una apacible jornada de Reyes. El Espanyol profun- dizó en los métodos del primer derbi y el Barça buscaba el desagravio. Saltaron chispas. Es el único partido en que han sido amonestados a la vez Messi, Neymar y Suárez. Martínez Munuera tuvo que trabajar a destajo y sólo tres españolistas se quedaron sin amarilla. Hernán se fue a la ducha en el minuto 72 y Diop, expulsado en una discusión con Luis Suárez, en el 75. Una acción de Pau López en el minuto 53 disparó la temperatura. El portero pisó deliberadamente el tobillo de Messi cuando el argentino estaba en el suelo y desencadenó una tempestad que se trasladó al túnel de vestuarios. El árbitro consignó un “enfrentamiento entre jugadores de
TIRANTEZ EN EL CÉSPED Dos expulsiones, dos partidos de suspensión a Suárez y 27 amarillas, el saldo de los tres precedentes
LO QUE EL ÁRBITRO NOVIO Pau López pisó deliberadamente a Messi en el tobillo cuando el argentino estaba en el suelo
ambos clubs” provocado, a su juicio, por Suárez, al que atribuyó la frase “Aquí os estoy esperando, venid acá. Sos un desecho”.
El 4-1 de la ida redujo a nada las aspiraciones de un Espanyol extenuado, que en la vuelta (13 de enero) formó con abundantes suplentes. Pero en las gradas la animadversión no decreció y afloraron numerosas pancartas contra el rival blaugrana. Una de ellas, con el lema “Shakira es de todos”, ha costado hasta el momento una multa de 24.002 euros al Espanyol. En ese partido se produjo un chocante diálogo entre Álvaro González y Messi: – Eres muy bajito. – Y tú muy malo.