Cuatro botarates y un lobby suizo
Recuerdan el altruismo de Manos Limpias? Hoy es un buen día para hablar de AnimaNaturalis, financiada por la Fondation Franz Weber, “el barón de la ecología”, que de escribir sobre la jet set de París en los sesenta ha levantado un lobby ecologista mundial que ya dirige su hija desde Suiza, lo cual es un acierto: la edad no perdona y nuestro hombre, 88 años, había simpatizado con una causa poco estética como la de Ecopop o frenar la inmigración en Europa porque la sobrepoblación daña el medio ambiente...
Gracias a cuatro energúmenos de las Terres de l’Ebre cuya violencia, de paso, debería sonrojar al Parlament, las activistas de AnimaNaturalis han sufrido una agresión intolerable... y rentabilizada con un vídeo de impacto (grabado por AnimaNaturalis).
Hoy brindarán con champán en el Grand Hôtel de Giessbach, como hizo Franz Weber el día de su 85.º aniversario (véase Le baron de l’écologie, de la televisión pública suiza RTS), y es posible que personas sin hijos o con hijos díscolos entren en la web de su fundación y hagan testamento legal “en favor de los animales” mediante un sencillo formulario. ¡Ah, los testa- mentos! Así ganó su primer millón de francos el FN de Jean-Marie Le Pen. Como en los buenos tiempos de la Iglesia: usted nos lega su patrimonio y nosotros le abrimos el cielo...
¿Hace falta que escriba que las agresiones de la plaza portátil de Mas de Barberans me indignan? Y mucho: yo soy aficionado a los toros, no a ciertas tradiciones que ni me van ni me vienen. El mismo Parlament de Catalunya que prohibió las corridas en la Monumental –donde nunca un aficionado respondió con agresiones a los insultos recibidos durante años– se dio toda la prisa del mundo en blindar los bous, la primera hipocresía del proceso soberanista.
Gracias a cuatro brutos, hoy se nos mete en el mismo saco de lo taurino a José Tomás y al Papitu. Todo vale para salvar al toro de lidia y ya que estamos en una lucha desigual –el animalismo, religión y negocio del siglo XXI, contra unos genocidas del ayer–, voy a recurrir a sus armas.
¿Quién financia estas campañas, estos activistas profesionales, estos despliegues tan bien planificados? La Fundación Franz Weber, la auténtica, no la sucursal que dirige en España Leonardo Anselmi, argentino, “especialista en marketing estratégico”.
No, no seamos paletos: hay que chercher l’argent y viajar a Montreux, en una de cuyas mansiones reside Weber. Gracias a sus primeras causas, su fundación rentabiliza la defensa de los animales. Tiene mérito: también logró que los suizos limitasen las segundas residencias en algunos parajes aunque él posea media docena (y no en las Terres de l’Ebre). Y eso que, como su gran amiga Brigitte Bardot, votante de primera hora del FN, antepone el paisaje suizo a un inmigrante de mierda...
Hasta el gorro de recibir lecciones.
¿Terres de l’Ebre? Busquen el dinero, que nos lleva a Suiza y al gurú antitaurino que no quiere inmigrantes