Primeros pasos del protocolo escolar de menores transgénero
Cita de Ensenyament y Observatori contra la Homofòbia por el plan ‘antibullying’
Casi dos años después de la aprobación en el Parlament de la Ley de derechos de las personas gais, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales, este jueves está previsto que finalmente se celebre la reunión entre el Departament d’Ensenyament y el Observatori contra la Homofòbia para abordar la elaboración de un protocolo común de actuación para evitar el acoso escolar. Este encuentro ha sido largamente demandado por el Observatori y las familias LGTBI al entender que es una herramienta básica que ofrece la nueva ley contra la discriminación de estos colectivos en el ámbito escolar y que ha quedado hasta ahora en papel mojado.
Eugeni Rodríguez, presidente del Observatori, considera que en estos largos meses la respuesta de la conselleria ha sido muy negativa, o más bien nula, y espera que el jueves se pueda empezar a avanzar. Por parte de Ensenyament acudirá la directora general y Rodríguez estará acompañado de un director de escuela y un investigador de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) para exponer cómo debería ser este protocolo. Un protocolo general antibullying que debería tener varias ramas y entre ellas un apartado dedicado específicamente a los menores transexuales.
El pasado mes de febrero el Parlament aprobó una moción contra la transfobia que instaba al Govern a impulsar los mecanismos necesarios para detectar los casos de acoso escolar por razón de género y reclamaba específicamente la elaboración de un protocolo concreto para los alumnos transgénero. El Observatori y las familias LGTB ya expusieron algunas de las líneas tras la muerte del joven Alan, un chico transexual que se suicidó en Rubí tras ser víctima de bullying. En los centros educativos, indican, a estos menores se les debe llamar por el nombre elegido (un aspecto que recoge la ley pero que no se ha desarrollado). Este nombre ha de ser el que figure en la documentación y en las notas. Y también se considera que deben poder utilizar los servicios y los vestuarios según el sexo sentido.
Cuestiones directamente vinculadas con sus derechos como personas que deben formar parte de un marco de actuación antibullying claro donde los profesores, o un profesor indicado para esta función, sepa detectar las situaciones de acoso contra los menores LGTB recordando que se dan sobre todo en el patio y fuera del recinto escolar. En este sentido, se recuerda que estos menores normalmente no lo explican a sus familias. Asimismo, en los centros debe haber alguien con quien los menores puedan hablar y exponer sus problemas de forma individual y discreta.
Eugeni Rodríguez considera que mientras la relación con la secretaria de Igualtat del Departament de Treball i Afers Socials está siendo positiva –desde esta secretaría se impulsó el cambio de nombre en las tarjetas sanitarias de los menores–, con Ensenyament poco se ha podido hablar hasta el momento.