La encuesta caimán
Para celebrar la edición de su número 100, la revista Caimán. Cuadernos de cine publica este mes de mayo el resultado de una encuesta exhaustiva sobre los mejores filmes de la historia del cine español entre 350 prescriptores, es decir, tanto los que escriben de cine, como los que lo enseñan. Y de su resultado se pueden extraer conclusiones varias, según sea el sesgo desde el que se mire. Pero lo que no se puede dudar es de la indiscutible representatividad de los resultados: 350 personas de ámbito internacional y con criterio son muchas, y las listas que surgen tienen su peso, marcado por una profunda diversidad.
Las encuestas sobre ‘las mejores películas de la historia’ siempre han sido un gran aporte del cine en el campo de la cultura. Esta jerarquía cualitativa es la que hace que uno no pueda decir nunca que un sistema artístico, como el cinematográfico, se sustenta únicamente en las películas que ve más gente en un mismo momento, sino en las que son capaces de durar en el paso del tiempo y ejercer una influencia comprobable. Y esto iguala filmes con presupuestos desiguales, porque lo que acaba siendo importante es su capacidad de transmitir, de innovar y de resistir. Tengo la impresión de que esta es una de las cuestiones que hace más interesante y sostenible el sistema cinematográfico en su conjunto: este recurso constante a hacer emerger las obras realmente importantes, las que marcan consenso, las que hay que defender del presen- te y del pasado, porque eran y son inesperadas, porque marcan líneas que seguir para quienes reconocen en ellas una maestría.
De entre las muchas lecturas posibles, recorro la que certifica la emergencia del cine documental, especialmente el catalán, con algunos de sus filmes más carismáticos. La última década del siglo XX está marcada por dos obras centrales, como El sol del membrillo de Víctor Erice, que encabeza la lista de los más votados de esta década, y también Innisfree de José Luis Guerin: los dos parecían filmes solitarios, que no tendrían continuidad. Pero los primeros años de este siglo XXI ha confirmado la tendencia, colocando en lugares destacados entre los más votados a En Construcción del mismo Guerín, De nens de Joaquim Jordà, El cielo gira de Mercedes Álvarez, La leyenda del tiempo de Isaki Lacuesta o Aita de José María de Orbe. Son filmes que demuestran la contundencia de una nueva caligrafía sobre la realidad que está dando lugar a otras obras más recientes, donde las fronteras de la ficción han tomado posesión del relato de la vida real aun con más intensidad, como La plaga de Neus Ballús, El futuro de Luis López Carrasco o La Academia de las musas de nuevo de Guerin, quizás la última de las películas en llegar a la lista y la primera en decirnos por donde pueden ir los cosas: interpelando al público y dejándole en un mar de sensaciones contradictorias.
A pesar de las dificultades, es un canto optimista, una demostración palpable de que el cine auténtico resiste, y de que las mejores obras no están solas, porque siempre hay alguien, en cualquier lugar, que las recuerda, las cita, las vota y las incorpora así a la tradición colectiva.
Una encuesta ha elegido los mejores filmes de la historia del cine español, votados por 350 prescriptores