“Si los culés hablan del ‘tamudazo’, es que nos temen”
Raúl Ta mudo, ex futbolista del Es panyol
Es el hombre más perseguido estos días por un gol que marcó hace nueve años y que acabó costando una Liga al Barça. Tras colgar las botas y a escasos días de acabar el curso de director deportivo, Raúl Tamudo (38 años) reflexiona sobre el tamudazo y confía en que el Espanyol lo reedite este domingo en el Camp Nou.
El tamudazo era una gesta del españolismo. Pero casi una década después los culés también hablan de él.
Sí, hace días que no para de sonarme el teléfono, que todo el mundo habla del tamudazo, aunque desde una óptica distinta: con temor. Eso quiere decir que el barcelonismo cree en la capacidad del Espanyol. Es una buena noticia para los pericos.
¿Para joderle la Liga, como hace apenas una semana dijo el exmadridista Adán?
Lo he repetido mil veces y creo que lo voy a tener que repetir otras mil, y lo vengo haciendo desde entonces: a lo largo de toda mi carrera deportiva yo nunca he saltado a un campo a joder a nadie ni quiero que mi equipo lo haga. Siempre he salido a hacer mi trabajo de la mejor forma posible, nada más. Como en cualquier partido, aquel día yo estaba muy concentrado en lo mío, cómo iba a saber lo que estaba haciendo el Madrid o si aquel gol podría acabar suponiendo que el Barça no ganase la Liga.
No puede negar que fue un gol histórico.
Aquel gol fue importante para mí porque me situaba como máximo goleador de la historia del Espanyol, superando a Marañón, y eso no tiene nada que ver con el Barcelona ni con el Real Madrid.
Y lo celebró a lo grande.
Por supuesto, por lo que significaba. Y, lógicamente, porque había conseguido marcar dos goles a un rival como el Barcelona y en su estadio. Y por la forma como llegó: en el minuto 90. A mí siempre me ha motiva- do mucho jugar en los campos del Barcelona, del Madrid, del Atlético... Si hubiese sido en uno de esos escenarios probablemente lo habría celebrado igual. Y, desde luego, el gol habría tenido el mismo valor.
¿No le da rabia que siendo el máximo goleador catalán de la Liga se le recuerde especialmente por aquel gol?
Es normal. Ese gol forma parte de la historia del Espanyol y ahora el barcelonismo también lo ha recuperado. Para mí también es un gol importante, como decía, aunque considero más importantes los que marqué en las finales de Copa del 2000 y el 2006, que curiosamente fueron al principio de ambos partidos, y sobre todo el primero que marqué como españolista en el primer equipo en el Rico Pérez. Si no hubiese marcado aquel gol quizá ahora no estaríamos hablando de todo esto.
¿Qué le diría a toda esa gente que habla de rencor en los derbis barceloneses y pone el tamudazo como ejemplo?
En los derbis hay rivalidad máxima, y es normal que así sea. Creo que un derbi descafeinado no sería bueno ni para el Espanyol ni para el Barcelona. Sobre todo para los que venimos de la cantera y lo hemos vivido tantas veces en condiciones de igualdad. La gente que diga lo que quiera. Al fin y al cabo el fútbol, fuera del campo, es eso y el discurso fácil es el que acaba imperando. Yo he jugado siempre para ganar, sin importarme la camiseta del rival, pero nunca por rencor.
Como aficionado, ¿desearía que el domingo alguien emulase aquel empate in extremis que consiguió en el Camp Nou?
“Nunca he saltado al campo a ‘joder’ a nadie ni quiero que mi equipo lo haga”
Yo lo que quiero es que el Espanyol, como mínimo, empate. Porque aún necesitamos un punto para estar matemáticamente salvados. Me dan igual los otros. Tenemos que fijarnos en nosotros mismos. Lógicamente, conseguir un buen resultado frente al Barcelona es motivo de alegría para cualquier perico. Como lo puede ser para un culé ganarnos o ganar al Real Madrid. No creo que sea tan raro.
¿Y si el resultado finalmente no acompaña?
Si no lo conseguimos en el Camp Nou tampoco será una tragedia, pero tendremos que esperar que los otros fallen o no fallar nosotros en el último partido en casa ante el Eibar. Cerrar la salvación matemática esta jornada en el Camp Nou sería redondear un final de temporada accidentado.
“En los derbis hay máxima rivalidad, pero no rencor; queremos ganar al Barça como ellos al Madrid”
¿Vive de cerca los partidos del Espanyol?
Los de Cornellà, prácticamente todos, desde el campo. Es una promesa que hice a la afición y me hice a mí mismo y la trato de cumplir. Suelo ir con mi hijo, que tiene tres años y ya le ha cogido el gusanillo al fútbol. Cuando el horario nos lo permite, claro.
Al Camp Nou, este domingo... imagino que no irá.
¡No, no! No sé si me dejarían entrar (bromea). Lo seguiré por televisión desde casa, con la familia.
¿Qué hay de su retorno al Espanyol? El exdirector deportivo, Òscar Perarnau, contaba con usted, pero se fue.
Siempre he dicho que estoy abierto a volver al club para ayudar como sea. Mi voluntad siempre ha sido volver, pero eso ya no depende de mí, no está en mi mano. Estoy acabando el curso de director deportivo, me queda sólo una semana, trataré de aprender, coger experiencia y ya se verá dónde acabo. Del Espanyol no me ha llamado nadie.