El Supremo tumba casi la mitad de los despidos colectivos recurridos
Las grandes empresas son partidarias de una nueva reforma laboral
Los empresarios consideran que la aplicación práctica de la reforma laboral del 2012 ha topado con demasiada frecuencia con la resistencia de los tribunales. Así lo recoge la última edición del anuario del Instituto Internacional Cuatrecasas sobre recursos humanos, en la que reclaman una clarificación de la actual legislación laboral. Para reflejar estas reticencias, el informe analiza 86 sentencias sobre despido colectivo que ha resuelto el Tribunal Supremo entre marzo del 2012 y octubre del 2015. De ellas, en el 47% de los casos, el alto tribunal consideró que los despidos colectivos recurridos no se ajustaban a derecho. El 35% fueron favorables a los trabajadores al calificar de nulo el expediente de regulación de empleo (ERE) recurrido, mientras que otro 12% recibió la consideración de “no ajustado a derecho” y, por tanto, improcedente.
Por todo ello, las sentencias del Supremo de los últimos años sólo han dado luz verde al 53% de las sentencias recogidas por Cuatrocasas. El análisis incluido en el anuario detalla además que todos los ERE recurridos y finalmente considerados improcedentes se habían presentado sin haber llegado a un acuerdo con los trabajadores. Entre los despidos declarados nulos por el Supremo, únicamente un 7% había sido consensuado con la plantilla afectada. Incluso de los que recibieron el beneplácito del tribunal, dos de cada tres habían sido rechazados por los trabajadores y sus representantes sindicales.
Por todo ello, el informe de Cuatrecasas, basado en la opinión de un centenar de grandes empresas (en su mayoría de más de 1.000 trabajadores) radicadas en España, reclama “perfeccionar” la regulación de los despidos colectivos. Defiende que los fallos, en especial del Supremo, “arrojan una extensión inusitada de los aspectos con- trolados por los jueces laborales” sobre el procedimiento y , por tanto “niveles acentuados de inseguridad jurídica”.
La encuesta también refleja el deseo de los empresarios de continuar modificando el marco normativo. El 83% de las empresas cree “necesaria” otra reforma laboral para que aumente la flexibilidad. “Necesitamos una nueva legislación adaptada a los tiempos; hemos de acabar con los parches”, insistió ayer el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell.
Por su parte, el presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos y catedrático de Derecho del Trabajo en Esade, Salvador del Rey, aseguró que los empresarios reclaman no sólo “no
Un informe de Cuatrecasas pide facilitar los despidos por falta de adaptación a la tecnología
dar pasos atrás” en cuanto a la flexibilidad interna, sino que “avance”. Entre los cambios a considerar, reiteró la “clarificación” del procedimiento de despido colectivo y, en el caso del despido individual, mejorar la definición de aquellos que tienen que ver con “la falta de adaptación a los cambios tecnológicos”. “La figura ya existe, pero es una regulación muy compleja”, señaló. Del Rey también destacó la necesidad de limitar la ultraactividad y de dar prioridad al convenio de empresa.