Hombre de tres vidas
HUBERT MOUNIER (1962-2016) Cantante, fundador de una banda de pop latino y dibujante
Cantante de una banda, de influencia británica, entre rock y pop latino, muy popular en Francia entre 1980 y 1990, Hubert Mounier, fallecido a los 53 años de una ruptura de aorta, tuvo por lo menos tres vidas. La primera comenzó cuando, adolescente, nutrido por la música pop, los Beatles y la historieta, se escuda tras un seudónimo y a sus 17 años monta un primer grupo, Cleet Boris, en línea hard-rock. Poco después, un guitarrista, François Lebleu (que morirá joven, el 2008, a los 43 años), conocido como Bronco Junior, cambia sus gustos musicales. Con su hermano menor, Vincent, rebautizado Karl Niagara, también guitarrista, y con Lebleu, Hubert Mounier funda la banda rock L’Affaire Louis’ Trio, que se desliza hacia el “latino pop”.
Con su timbre de cantante americano y su indumentaria salida de una historieta de la línea clara belga, Mounier se vuelve rápidamente popular. En dos esferas que se tocan, la música y la historieta, porque también destaca como dibujante y en 1998 publica su primera historieta, autobiográfica.
L’Affaire Louis’ Trio reivindica un “rock divertido tendencia chacha-chá”. El primer disco, Chic planète, enfundado en un estuche dibujado por Yves Chaland, colaborador de Métal Hurlant, es popularizado por las radios libres, autorizadas por Mitterrand, y una cadena de televisión, M6, que en su primera época difundía clips.
Un Victoire de la Musique, los premios anuales que colaboran al éxito de un artista, facilitan la publicación del segundo disco, Le Retour de l’âge d’or (el retorno de la edad de oro). En 1993, Mobilis in mobile, con textos pegadizos, coros angelicales y sonido psicodélico es considerado un homenaje a los Beatles, cuya gramática musical –según la crítica– nunca había sido mejor adaptada en francés. Tres años antes se había producido una nueva ruptura. Los hermanos Mounier concentran su trabajo en una fecha fundamental, el 1 de septiembre de 1975, cuando una bala perdida, en un tiroteo en el bar La Trinité, del viejo Lyon, mató a su padre. Balle perdue se llama, precisamente, el tema principal de Sans légende (sin leyenda).
En 1995 sale L’Homme aux mille vies (el hombre de las mil vidas), L’Affaire, convertido en cuarteto por el añadido de Colin Moulding, bajista del grupo británico XTC. De cuatro a dos: el disco siguiente, el último además, en 1997, será el de un dúo, tras el adiós de Karl Niagara.
Hubert Mounier empieza una carrera de chansonnier, plasmada en el 2001 en un primer disco, con arreglos de un paisano lyonés, por entonces apenas conocido y hoy célebre, Benjamin Biolay, quien ahora rinde homenaje al desaparecido, “mi profesor de chanson, amigo y hermano mayor”. Siempre con la complicidad de Biolay, Mounier sacó en el 2003 Voyager léger (viajar ligero de equipaje) y publicó la historieta Créature (criatura) sobre Frankestein. El doble éxito lo convence de volver a los escenarios, abandonados diez años antes.
En el 2011 reúne sus dos amores en La Maison de pain d’épice (la casa de pan de especias), disco e historieta. En el 2014 graba una especie de inventario acústico, Simple appareil (desnudo) y publica Le Nombril du monde (el ombligo del mundo), su primera novela.
En fin, murió con los pinceles puestos, cuando trabajaba en Dupuis, Le Roi de la jungle, el rey de la selva, una historieta que describía como su “regreso a la infancia”.
Benjamin Biolay le consideraba su maestro en el mundo de la chanson francesa