El vals de Giscard y su romance con lady Di
Presidente del Consejo Constitucional bajo dos mandatarios, Debré escribe que “por lo menos Hollande no me insultó cuando le comuniqué un fallo contrario a sus intereses”. Pero fustiga sus “leyes mal escritas y peor impuestas, la presión fiscal excesiva, la falta de nivel”. Y elogia a un miembro del Consejo, el ex primer ministro socialista Lionel Jospin: “simpático, atento a los demás”. Debré intentó acabar con una ley no escrita que convierte a los ex presidentes en miembros por vida del Consejo. Como Giscard, “un monarca en exilio”. En el 2009 se celebró medio siglo del Consejo. ¿Cómo celebrarlo? Giscard sugirió “un gran baile, con valses” y propuso abrir la fiesta bailando con su esposa, Anne Aymone, porque “aprendimos a bailar en Viena”. Debré, sorprendido igual que el resto, se imaginó “los titulares de la prensa”, pero Giscard minimizó el peligro: “No hay que leer las gacetas”. Debré también cuenta divertidos rifirrafes entre Giscard y el que fuera su primer ministro y mejor enemigo, Chirac. Un día, Giscard publicó una novela en la que disimulaba una supuesta relación amorosa con lady Di y Chirac, malévolo, durante una reunión del Consejo, le preguntó a Debré, en voz alta para que Giscard pudiera oírlo, si creía que de verdad había existido el romance. A Debré, Sarkozy le inspira rencor desde que “traicionó a Chirac por Balladur, en 1995, aunque en política la palabra traición poco significa”. El libro detalla “sus cálculos, su mezquindad y su profundo deseo de revancha”.