Angelina Jolie ya tiene asesora para su salto a la política
Arminka Helic, nacida en Bosnia y miembro de la Cámara de los Lores británica, se ha convertido en su asesora
Angelina Jolie ha comparecido en varias ocasiones ante el parlamento británico para actuar contra la violencia sexual en zonas de conflicto. Incluso en octubre del 2014, Isabel II la nombró dama de honor, por su intensa lucha por esa causa y por sus servicios a la política exterior del Reino Unido. Pero ahora, según parece, la actriz estadounidense podría aumentar su compromiso político y trabajar con el gobierno inglés.
El último número de la revista Us Weekly publica en primicia que la actriz y directora, que el próximo 4 de junio cumplirá 41 años, se trasladó a vivir a Surrey, cerca de Londres, el pasado febrero, con su marido Brad Pitt y sus seis hijos, porque “está preparándose para lo que podría ser un compromiso a tiempo completo con el gobierno británico” y residir en ese país sería el principio.
Según revela la revista, Angelina Jolie, “ha entablado una estrecha amistad” con un miembro de la Cámara de los Lores británica, la baronesa Arminka Helic, de 48 años y natural de Bosnia. Y agrega que “Arminka le ayuda a tomar decisiones sobre sus próximos pasos en política, por lo que Angelina la considera su mentora. Tal como explicó la actriz el día que Helic entró a formar parte de la Cámara de los Lores: “Ella ha sido en muchos aspectos, un mentor para mí y ella es una mujer extraordinaria y estoy muy honrada de estar aquí hoy”.
La relación entre Jolie y Helic empezó en el 2012, cuando Helic era ayudante del ministro de Exteriores británico, William Hague. La actriz se alió con el conservador Hague para impulsar una iniciativa contra los abusos sexuales en los países en guerra. En septiembre de 2015, las dos mujeres escribieron juntas un artículo para el New York Times pidiendo “un camino diplomático que ayude a solucionar el conflicto en Siria”, porque creen que la acogida de refugiados “no solucionará el problema”.
Ahora, como Jolie se prepara para tener una actividad más intensa en política pasa muchas horas con Helic, su nueva consejera, que incluso ya conoce a Brad y a los seis hijos de la pareja.
Además de actriz –ganadora de un Oscar por Inocencia interrumpida, y nominada en varias ocasiones– y directora –En la tierra de sangre y miel, Invencible y By the sea–, Jolie está involucrada cada día más en el activismo humanitario. En el 2001 fue nombrada embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y ha desarrollado misiones en campamentos de refugiados en Sierra Leona, Tanzania, Camboya, Paquistán, Tailandia, Ecuador, Kenia, Jordania, Egipto, Sudán, Chad, Darfur, Líbano, Haití, India, Costa Rica o Iraq. Su experiencia y toda la información recogida la han convertido en una voz acreditada y por eso asiste regularmente a congresistas y senadores estadounidenses y ha sido invitada varios años a participar en el Foro Económico Mundial de Davos.
En el 2014, Angelina declaró a la revista Vanity Fair que “cuando se trabaja en labores humanitarias hay que considerar la labor política”. Y añadió “si usted realmente desea hacer un cambio extremo, entonces usted tiene una responsabilidad”. Siguiendo este discurso, el año pasado declaró a la revista Vogue: “Me gustaría ser parte del trabajo internacional, y ver dónde puedo ser útil”.
Por todo esto, Jolie encabeza la lista, que se hizo pública el miércoles, de las 20 mujeres vivas más admiradas del mundo. El portal YouGo realizó una encuesta en diciembre en la que participaron 31.000 personas de 30 países del mundo. Angelina es la más admirada incluso más que la reina de Inglaterra (2), Hillary Clinton (3), Oprah Winfrey (4) y Michelle Obama (5).
La lista la completan las siguientes mujeres: Celine Dion, Malala Yousafzai, Angela Merkel, Aung San Suu Kyi, Sandra Bullock, Shakira, Madonna, Emma Watson, Taylor Swift, Meryl Streep, Catalina de Cambridge, Ellen DeGeneres, Jennifer Lawrence, Victoria Beckham y cierra la lista Marine Le Pen.
La actriz trabajaría con el gobierno británico, con el que se alió contra los abusos sexuales en las guerras