La victoria más inútil
El Madrid resuelve en la primera parte ante un Deportivo que apretó sólo al final
El Madrid se llevó de Riazor la victoria más amarga de la temporada. Es lo que tiene depender de terceros. Nunca la última jornada de la Liga ha resultado favorable para los blancos cuando estos tenían que remontar y tampoco fue ayer la excepción. Al equipo de Zidane no le sirvió de nada haber recortado ocho puntos a los azulgrana en la segunda vuelta y enlazar doce victorias seguidas. El Madrid volvió a quedar segundo y, con una Liga de ocho, vive el segundo periodo más negro de su historia en el campeonato español. Sin embargo, al Madrid le queda una bala para convertir una temporada que marchaba desde muy pronto hacia el desastre en un gran éxito, la final de la Champions del 28 de mayo en Milán, el título por el que el madridismo lo cambiaría todo.
El Real Madrid acabó pagando muy caro errores de bulto en la planificación de la temporada, el mayor de todos el entregar la plantilla a un Rafa Benítez que ya en la pretemporada se había ganado la enemistad de los jugadores, puesto en contra a la afición, decepcionado a Florentino Pérez y su directiva y demostrado su nula capacidad para dirigir a una plantilla que sintió como una liberación el día en que por fin le echaron.
Desde aquel 4 de enero el Madrid ha sido otro, con sus aciertos y errores, como los empates ante el Málaga y el Betis o la derrota en el Santiago Bernabeu frente al Atlético, pero con todos los jugadores comprometidos remando para una misma causa.
En Riazor el Madrid no escatimó esfuerzos de inicio. Sabía que sus opciones, por escasas que fueran, dependían de resolver pronto el partido para intentar así presionar al Barcelona en Granada. Con el equipo de gala, los blancos se olvidaron del fútbol especulativo que tantas veces han practicado y fueron a por un rival que no se jugaba nada y que llegó al partido envuelto en múltiples querellas intestinas, con un entrenador como Vítor Sánchez del Amo renovado en enero y ahora prácticamente despedido.
Al Madrid le costó siete minutos adelantarse en el marcador y veinte más tener todo resuelto. Convirtió el carril que defendió Manuel Pablo a sus 40 años en una autopista y por ahí percutió una y otra vez. La actuación de Cristiano fue devastadora: dos goles y dos tiros al palo. El primero llegó tras un internada de Bale y un remate fallido de Benzema; el segundo, de cabeza tras un saque de esquina en el que el Deportivo protestó un empujón de Bale sobre Arribas. Fue una tormenta de ocasiones sobre Pletikosa, el portero croata al que Víctor hizo jugar cuando no lo había hecho en toda la temporada.
En los últimos compases de la primera parte se lesionó Cristiano con un golpe en el tobillo. Con el partido ya 0-2 y con el Barcelona ganando por lo mismo en Granada Zidane optó por el riesgo cero y dejó a Cristiano en la caseta para la segunda parte.
La ausencia de Cristiano, que a falta de Milán termina la temporada con 51 goles, siempre le quita gran poder de intimidación al Madrid. James salió por el portugués y se le vio más activo que otras tardes en las que jugaba sólo minutos sueltos. Ahora, la principal preocupación del Madrid era controlar el partido, no correr riesgos atrás y esperar noticias de Granada. Zidane, que había pasado todo el primer tiempo en la banda, gesticulando a sus jugadores, apenas salió del banquillo.
El Deportivo se encontró de pronto con algo que decir. Keylor irrumpió en el partido con un par de buenas intervenciones a remates de Lucas Pérez y de Sidnei. Para los últimos veinte minutos entró Isco por Kroos, otro al que se reservaba ya para el día 28.
Keylor evitó problemas serios con una parada a bocajarro en un cabezazo de Rober y Zidane retiró a Bale para evitar posibles sustos. El final del partido tuvo mucho de correcalles. El Madrid se fue triste de A Coruña. Se esperaba. Queda el sueño de la undécima.
DOBLETE Y LESIÓN Cristiano marcó dos goles, tiró dos veces al poste y no jugó la segunda parte por un golpe en el tobillo
PENSANDO EN MILÁN Con el partido y la Liga resueltos, Zidane sacó del campo a Kroos y a Bale pensando en la Champions