Esnáider confía en ganar y enviar a Segunda a Sporting y Rayo
Juan Eduardo Esnáider aisló ayer a sus jugadores y trató de concienciarlos de que lo único que necesitan para seguir siendo jugadores de Primera es confiar en sí mismos. Plano, directo y propenso a las batallitas, el exjugador argentino bregado en mil combates, líder tanto en el Atlético como en el Espanyol y sobre todo en el Zaragoza, ha sabido sacar de su letargo al Getafe y esta tarde tratará de culminar el objetivo de la salvación con el que llegó al club madrileño hace sólo cinco jornadas, como ya hizo junto a Míchel en la campaña 2009-2010. Para ello sólo necesitará una victoria en su visita al Benito Villamarín que condenaría al descenso al Sporting y al Rayo Vallecano. Cualquier resultado que iguale o mejore el de sus dos rivales también le vale.
Aunque la lucha del técnico azulón no es sólo deportiva, sino una auténtica guerra psicológica después de las declaraciones de Marcelino García Toral, el técnico del Villarreal y exjugador esportinguista, que visita El Molinón y precisamente esta semana expresó su preferencia por la salvación del Sporting. También por la polémica que salpica al Rayo, a algunos de cuyos jugadores se ha señalado por su derrota la jornada pasada en Anoeta con la permanencia en juego. Los madrileños reciben hoy al ya descendido Levante, y su técnico, Paco Jémez, ha salido a la palestra en defensa de la honorabilidad de la entidad, dispuesto a perder la categoría con las manos limpias. Tanto Sporting como Rayo están obligados a ganar y esperar el pinchazo de sus rivales –en el caso de los madrileños, un pinchazo doble– para salvarse.
De los tres rivales, ninguno tiene
El Getafe se salva si gana o bien si iguala o mejora los resultados de sus dos rivales
nada en juego. Salvo un pequeño salto en la clasificación siempre en función de otros resultados que puede incidir ligeramente en la adjudicación de derechos televisivos la próxima campaña. El Betis dedicará el duelo a homenajear a Jorge Molina, que deja el equipo tras seis campañas, y a Juan Merino, que abandona el banquillo con la misión cumplida tras la contratación de Gustavo Poyet. El Villarreal, por su parte, arrastra las bajas de hombres como Costa y Musacchio, en tanto que el Levante llega a Vallecas con el aval de haber apartado al Atlético de la lucha por el título.