La calle es del Barça
Miles de personas celebran la Liga con los campeones
Hasta Zinédine Zidane había dado la Liga por resuelta. A falta de nueve jornadas la consistencia del Barça y su ventaja en la clasificación eran tan enormes que incluso en Madrid se resignaban a una celebración anticipada del campeonato. Pero un empate blaugrana en Villarreal y tres derrotas consecutivas devolvieron la intriga al torneo, con tres aspirantes en situación de alzar el trofeo y cada fin de semana convertido en una esperanza y una amenaza. El Barça evitó el descalabro a tiempo y se obligó a imponerse en los últimos cinco partidos, con un balance de 24 goles a favor y ninguno en contra, y aún así sólo ha aventajado en un punto al Real Madrid. El barcelonismo ha sufrido durante un mes por un torneo que parecía descontado, circunstancia que ha disparado las ganas de celebración. Unas 100.000 personas se echaron ayer a la calle para contemplar el desfile de los héroes de la 24.ª liga, de nuevo multitudinario, hecho que demuestra el valor que concede la afición al campeonato de la regularidad por mucho que se haya habituado a celebrar incluso tripletes.
Conquistar el título de Liga nunca puede ser una decepción. Así lo manifestaron con emoción las entusiastas masas barcelonistas en unas calles abarrotadas y los jugadores, eufóricos en el autobús descubierto presidido por el trofeo que recorrió lentamente el tramo entre el World Trade Center y la avenida Rius i Taulet. “¡Aquí la tenéis, aquí, aquí!”, gritó gesticulando hacia la marea blaugrana Piqué, abrazado a la Copa y enfundado en la camiseta conmemorativa con el lema S’ha demostrat. Se ha demostrado que no ha disminuido el hambre de títulos del Barcelona, y también que la noche fue larga, según denotaban las caras de los futbolistas cuando subieron al autobús. Incluso a Piqué le costó entrar en calor, aunque fue el primer custodio de la copa, hasta que se desató en el úl-
LA EUFORIA “¡Aquí la tenéis, aquí, aquí!”, gritó Piqué a los aficionados, abrazado al trofeo de la Liga
LA FELICIDAD DE LUIS ENRIQUE El desfile del año pasado coincidió con el ascenso del Sporting y el de ayer con su salvación
LA HORA DE LA COPA Lo bueno de este equipo hegemónico es que siempre hay alguna celebración en perspectiva
timo tramo. Luis Enrique se mostró mucho más feliz y expresivo que en una sala de prensa. Al entrenador asturiano las rúas le traen suerte. Durante la del año pasado, con motivo del triplete, el Sporting confirmó el ascenso a Primera y en la de ayer estaba jugando para salvarse del descenso. Al final de los actos el técnico difundió un mensaje celebrando la permanencia del equipo dirigido por su amigo Abelardo.
Los jugadores se saltaron la dieta olímpicamente. Un día es un día. Durante el recorrido comie- ron pizzas, hamburguesas y no faltó el tradicional y generoso suministro de cerveza del patrocinador, aunque su consumo fue más moderado que en ocasiones precedentes. Incansable, Alves se convirtió en el maestro de ceremonias, el más activo en los bailes, los gritos, las bromas. Llegó a colocarse una máscara de luchador mexicano. Pero Bartra no le fue a la zaga, no en vano celebraba su quinta Liga con el Barça aunque su participación haya resultado testimonial. Neymar no parecía en condiciones óptimas, lo cual no impidió que intentara unos malabarismos con un balón con el vehículo en marcha. Entre el griterío de la gente, por la megafonía sonaron temas como I’ll survive o We are de Champions, como una metáfora del desenlace de un campeonato sufrido hasta el último instante.
Este grupo libertino y alocado a la hora de celebrar ha tenido que mostrar un extremo sentido de la responsabilidad para poder pasear, un año más, entre aclamaciones. Hoy es día de descanso y recuperación pero mañana vuelve a haber cita en la ciudad deportiva para quemar los excesos y comenzar la preparación de la final de Copa. Lo bueno de este Barça atractivo y hegemónico es que siempre hay alguna celebración en perspectiva.