Colau empata en Nueva York
La alcaldesa apoya el diseño barcelonés en el debut de su primer viaje a la Gran Manzana
Vidas paralelas. Más o menos a la misma hora en que arrancó la rúa del Barça para festejar el título de Liga, Ada Colau jugaba al futbolín en Nueva York.
Apoyada en la defensa de Gerardo Pisarello, su mano derecha en el gobierno municipal, la alcaldesa, al ataque, marcó el gol que significaba el 1 a 1.
–Mejor lo dejamos aquí, en empate.
Jugaba con los blaugrana. Sus rivales lucían de blanquiazul. El estadio, el Javits Convention Center, al lado del Hudson, donde estos días se desarrolla la feria NYCxDesign sobre interiorismo y a la que la ciudad de Barcelona ha sido invitada por primera vez.
“El diseño es uno de los trazos distintivos de Barcelona con alrededor de 3.800 empresas en Catalunya, muchas de estas ubicadas en Barcelona. El diseño forma parte de nuestro ADN”, proclama Colau una vez concluido el partido.
“Es un sector de innovación, y creatividad integrado por pequeñas y medianas empresas que lo que más solicitan a la administración es apoyo para su internalización”, prosigue. “Hemos de colaborar para facilitar que nuestras firmas lleguen a Asia o EE.UU. mediante ferias. El nombre de Barcelona puede ayudar mucho para que este sector crezca y exporte”.
Una de las quince empresas presentes es la de RS Barcelona, que hace futbolines al gusto de cada cliente. Por ejemplo, el de ayer le viene que ni pintado a la alcaldesa, a la que siempre se le escucha referirse a “vecinos y vecinas”. En el terreno de juego los dos equipos mezclan jugadores y jugadoras. Un futbolín políticamente correcto.
El Javits se convierte en la etapa inicial del viaje iniciático de Colau a Nueva York. No había estado nunca. Su primera impresión: “Te da casi la sensación de estar en un escenario, porque lo has visto tantas veces en las películas. Pero también me interesa hablar con la gente, saber cómo viven en esta ciudad de película”.
Salvando las distancias, Colau equipara Barcelona y Nueva York, dos ciudades muy apreciadas en el exterior.
Ambas se benefician y sufren un aluvión de turistas y afrontan la complejidad de conciliar el ser global y, a su vez, “una ciudad en la que la vida cotidiana sea amable” para sus residentes y “que no expulse a su población tradicional”. De esto hablará mañana con su homólogo neoyorquino, Bill de Blasio, antes del regreso a casa. Hoy, además, participa en la ONU en la reunión preparatoria para la cumbre del Hábitat III, que se celebrará en Ecuador en octubre, de cara a definir la agenda urbana en temas de vivienda o sostenibilidad.
“Barcelona interesa al mundo, y a Barcelona le interesa estar presente en el mundo”, sostiene la alcaldesa en la nota de prensa difundida tras la visita a la convención del diseño.
Mirando la moviola surgen dudas de si el gol de Colau no es más bien en propia puerta.