Esteve se inmuniza
El laboratorio licencia su segunda molécula en dos años y blinda así su estrategia de apostar por la innovación en analgésicos
Laboratorios Esteve ha licenciado a la multinacional británica Mundipharma los derechos de desarrollo y comercialización mundial de una molécula que podría servir para elaborar un analgésico para patologías neurológicas. Los términos económicos del acuerdo de licencia no se han hecho públicos, pero Esteve percibe de entrada un pago a cuenta, se asegura nuevos ingresos en las próximas fases de desarrollo del fármaco y cobrará royalties cada vez que se venda una caja del futuro analgésico, a partir del 2022 o el 2023.
Según Albert Esteve, consejero delegado de la compañía, “pensamos que será un producto importante, que ayudará a mitigar el dolor derivado de la cirugía o de las enfermedades neurológicas, un campo muy amplio y poco resuelto por lo que respecta a los analgésicos”. Esta es, precisamente, el área de especialización de Esteve en el campo de la investigación desde el 2009, cuando decidió abandonar otras líneas y centrarse sólo en una para mantener viva su apuesta.
En un mundo dominado por multinacionales, Esteve –pese a facturar 870 millones, obtener más de dos tercios de las ventas del exterior y contar con 2.300 trabajadores– es una compañía pequeña. Y la investigación es tremendamente cara y de resultados inciertos. Se calcula que, de media, cada nuevo fármaco precisa una inversión de 1.000 millones de dólares desde su fase inicial hasta que llega al mercado.
Esteve mantiene su apuesta gracias a la diversificación, con tres negocios totalmente diferentes –química, genéricos y farma–, que le aportan cada uno un tercio de las ventas. “Lo pasamos mal hace unos años, tuvimos que reestructurar y buscar ser más eficientes, y ahora empezamos a recoger los frutos”, asegura Esteve.
La licencia con Mundipharma es la segunda que se firma con el mismo socio en dos años. Esteve confía en el producto, pero no disponía de los 200 millones de euros, o quizás más, que podría costar su desarrollo a partir de ahora. La empresa destina 60 millones al año a investigación y cuenta con 130 personas trabajando en I+D en el Parc Científic de Barcelona. Sin embargo, no puede correr con el riesgo de perder toda su inversión en el caso de que la molécula con la que trabaja no llegue a convertirse en un fármaco de éxito.
Tras el acuerdo con Mundipharma, a través de su filial Purdue, Esteve espera que lleguen otros, con este laboratorio o cualquiera de sus competidores. “Si se cumplen nuestras previsiones, superaremos los 1.000 millones de euros en ventas a medio plazo; ha sido duro, pero ahora veo a nuestra firma, y al sector, mejor que hace una década. Debemos seguir en esta línea”, concluye Albert Esteve.
La compañía facturó 870 millones el 2015 y confía en superar los 1.000 millones dentro de cuatro o cinco años