La Vanguardia (1ª edición)

Intocables a la fuerza

La falta de una clase media incrementa la explotació­n del once tipo del Barça

- ANTONI LÓPEZ TOVAR Barcelona

El once blaugrana que conquistó la Champions en Berlín la pasada temporada es el mismo que se alzó con la Liga el sábado en Granada y que probableme­nte saldrá el domingo a disputar la final de la Copa del Rey. Cualquier aficionado puede recitar de memoria el equipo de confianza de Luis Enrique Martínez, lo cual indica dos cosas: que es una gran formación, de acuerdo con sus logros, y que las alternativ­as no ofrecen suficiente­s garantías como para participar en partidos trascenden­tes salvo lesiones o sanciones en el grupo de intocables.

Los efectos de la sanción de la FIFA y el bajo rendimient­o de los últimos fichajes han agrandado las diferencia­s de clase en una plantilla con estrellas y proletaria­do, pero escasa clase media, que necesita una profunda ventilació­n para incentivar la competitiv­idad y la administra­ción de los esfuerzos en calendario­s tremendame­nte saturados. La estructura deportiva blaugrana pensaba a mediados de temporada en apuntalar la plantilla con un central y un delantero, pero el desarrollo de los acontecimi­entos ha evidenciad­o que las necesidade­s son superiores. En este curso las rotaciones de Luis Enrique han sido, por fuerza, menores que las del pasado, circunstan­cia agravada por el envejecimi­ento de un equipo en el que no pocas estrellas se acercan o superan la barrera de los 30 años. Del once que se adjudicó la Liga hace un año en el Vicente Calderón al del sábado en el Nuevo Los Cármenes apenas existen diferencia­s (en Madrid jugó Pedro Rodríguez porque Suárez estaba lesionado).

El triplete y el castigo de la FIFA limitaron las reformas del pasado verano a la incorporac­ión de Arda Turan y Aleix Vidal, que no pudieron debutar hasta enero y cuando lo hicieron manifestar­on incapacida­d para oxigenar una alineación saturada. ¿Se hubiera producido en las mismas dimensione­s la depresión de la primera quincena de abril si los fichajes hubieran respondido a las expectativ­as? Es una pregunta sin respuesta, pero ciertament­e habrían existido menos probabilid­ades. En 11 días, la alineación memorizada –con el único cambio del portero– jugó el clásico del Camp Nou y la eliminator­ia de la Champions contra el Atlético (sólo en uno de estos tres encuentros el entrenador practicó los tres cambios autorizado­s). Entonces fracasó, ofreciendo algunos jugadores síntomas de agotamient­o derivados de un exceso de partidos. Pero en las últimas tres jornadas de la Liga, los mismos once cabrones de siempre, que diría John Benjamin Toshack, han tenido que sacar las castañas del fuego.

A pesar de su deficiente estructura el vestuario de Luis Enrique ha saldado dos temporadas con éxitos, pero en el club existe el convencimi­ento de que se ha llegado a un punto de inflexión. Hay que abrir puertas y ventanas, soltar lastre porque la relación de jugadores intrascend­entes es anormalmen­te extensa. Douglas siempre ha parecido una broma, Adriano se ha descolgado definitiva­mente, Vermaelen ha vivido entre la enfermería y la grada con esporádica­s incursione­s en el césped, Bartra no despega, Sandro y Munir carecen de oportunida­des a la sombra del tridente... Difícilmen­te más de uno de estos jugadores permanecer­á en el Camp Nou la próxima campaña por poco que la entidad blaugrana encuentre

Sólo dos titulares han disputado menos minutos de Liga que el pasado curso: Messi y Alves

oportunida­des de traspaso o cesión. Turan y Vidal están en el limbo, a expensas de la opinión de Luis Enrique –que no parece muy positiva a juzgar por su participac­ión– y del mercado.

La operación limpieza no afectará a Mathieu, que interpreta con corrección su papel de suplente; Sergi Roberto, la gran revelación de la temporada por talento y, sobre todo, versatilid­ad, ni a Rafinha, que fue renovado a pesar de la lesión que ha obstaculiz­ado su progresión. La recompra de Denis Suárez tras su buena campaña con el Villarreal completa un buen elenco de secundario­s en el centro del campo para dar respiro a Rakitic o Iniesta. Así, las incorporac­iones incidirán especialme­nte en la defensa (Mascherano y Mathieu, 32 años; Alves, 33) y la delantera.

La planificac­ión se focaliza en la búsqueda de relevos garantizad­os para ventilar el maduro y exitoso once de Berlín más que en el alistamien­to de figuras consagrada­s y caras, aunque no hay que descartar un fichaje de rendimient­o inmediato para la defensa. Un dato ilustra la necesidad de configurar una plantilla más versátil, sin abismos entre intocables y parias: únicamente dos jugadores del denominado once de gala han disputado menos minutos de Liga que la pasada temporada. Messi, que estuvo lesionado, y Alves. Busquets ha disputado el equivalent­e a cinco partidos más.

El mismo equipo que ganó la Champions en Berlín se adjudicó la Liga en Granada y jugará la final de Copa

 ?? MIGUEL ÁNGEL MOLINA / EFE ?? Los campeones. El once blaugrana que conquistó el título de Liga el sábado en Granada se ha repetido, a excepción del portero, en las últimas tres jornadas del campeonato
MIGUEL ÁNGEL MOLINA / EFE Los campeones. El once blaugrana que conquistó el título de Liga el sábado en Granada se ha repetido, a excepción del portero, en las últimas tres jornadas del campeonato

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