La sombra de Fujimori marca las elecciones presidenciales de Perú
Las encuestas dan la victoria a la hija del exdictador, aunque por poco margen
Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski son dos caras de la misma moneda. Ambos candidatos presidenciales son de derechas y no hay grandes diferencias en sus proyectos económicos, de manera que la campaña por la segunda vuelta de mañana ha estado caracterizada por las descalificaciones personales
Pero además la campaña, que finalizó el jueves, también estuvo marcada por la unidad antifujimorista. A pesar de todo, la hija del exdictador Alberto Fujimori es la favorita en las encuestas, aunque la distancia con Kuczynski es estrecha, apenas cuatro puntos. Los sondeos más fiables otorgan a Fujimori, de 41 años, cerca del 52% de los votos frente al 48% que obtendría Kuczynski, de 77 años, y que fue primer ministro durante el Gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).
“El contrincante promueve el odio en nuestro país, la división; en cambio yo tengo un firme compromiso de trabajar por la unidad y la verdadera reconciliación entre todos”, dijo Fujimori en su mitin final, celebrado a las afueras de Lima.
Por su parte Kuczynski, conocido popularmente como PPK, cerró la campaña en la ciudad sureña de Arequipa, capital de la única región donde se impuso en la primera vuelta, cuando quedó segundo con un 21% de los votos, por detrás de Fujimori (39,8%). “La mejor seguridad en un país es si hay democracia, pero si todo es metralleta, tortura, el SIN (antiguo servicio de inteligencia del el fujimorismo) y el avión presidencial con droga, ese es el camino al infierno”, manifestó el jueves Kuczynski rememorando el autoritarismo de los años noventa.
Entre propuestas de campaña plagadas de generalidades por parte de ambos, el candidato apuntó a la inseguridad ciudadana, principal preocupación de los peruanos y el gran tema de esta segunda vuelta. “No podemos creer que sacando a las fuerzas armadas a las calles o enviando a gente a cárceles a 5.000 metros de altura se va arreglar este problema”, dijo Kuczynski, criticando las dos propuestas estrella de Fujimori para acabar con la delincuencia.
No obstante, la política peruana es muy volátil y a pesar del enconado enfrentamiento entre ambos candidatos, Kuczynski, tras quedar en tercer lugar en la primera vuelta electoral del 2011, apoyó a Fujimori en la segunda vuelta contra quien finalmente acabó ganando, el actual presidente, Ollanta Humala.
Como ya ocurrió hace cinco años, el antifujimorismo también ha aglutinado ahora a movimientos
Kuczynski recibe el apoyo de la izquierda para “cerrar el paso al retorno del fujimorismo”
antagónicos ante la posibilidad de que la hija del exdictador –que cumple en Lima condenas de 25 años por corrupción y delitos de lesa humanidad– llegue al poder.
La única candidata izquierdista de la primera vuelta, Verónika Mendoza –tercera con casi el 19% de los votos–, llama a votar por Kuczynski para “cerrar el paso al retorno del fujimorismo” y “defender la democracia”. Mendoza advierte que si Fujimori gana, Perú se convertirá en “un narcoestado”, en alusión al gran número de dirigentes fujimoristas investigados por vínculos con el narcotráfico. “No nos quedaba otra que dar el voto a Kuczynski”, asegura Mendoza.