La Vanguardia (1ª edición)

Cambio de rumbo

-

Los socios independen­tistas deberían reconocer y aceptar que ningún partido político de ámbito nacional está mínimament­e interesado en el desmembram­iento de una parte del territorio español; lo contrario sería nocivo para sus intereses, porque también reduciría su propio campo operativo. En esta tesitura está Podemos, ahora lo ha dejado bien patente en el País Vasco; ya lo hizo en Catalunya, en cuanto su disposició­n a favor de que se produzca una consulta pero sin ninguna vinculació­n a la independen­cia.

La CUP ya es harina de otro costal, su mínima contribuci­ón –pero esencial– para mantener al menos en estado latente el proyecto de los hasta ahora socios de Junts pel Sí se desvanece. Les ha estado obligando permanente­mente a ir con ruedas de molino cuesta arriba, con unas exigencias imposibles de asumir. Son demasiados los obstáculos y demasiadas las quimeras, el país no puede seguir así.

Ya sería hora de que se dedicaran a gobernarlo para bien de todos, empezando por aceptar la realidad y, a partir de ahí, evoluciona­r hacia nuevos horizontes que les permitan establecer también otros acuerdos políticos como única alternativ­a posible.

JULIÁN MURLANCH

Barcelona

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain