La UEFA vuelve a la carga por las estelades
Multa de 150.000 euros al Barça por la exhibición de banderas independentistas
Menos de dos semanas después de la final de la Copa del Rey que vino precedida por una polémica mayúscula con las estelades, ahora es la UEFA la que vuelve a la carga con las banderas independentistas. El organismo rector del fútbol europeo informó anoche al Barcelona que le impone una multa de 150.000 euros por los expedientes acumulados por la exhibición de estelades en el Camp Nou durante los partidos de la Liga de Campeones de esta temporada. Esta fue la resolución del comité de disciplina de la UEFA y pone fin a la tregua que alcanzaron el club y el organismo europeo por este asunto el pasado mes de noviembre.
La sanción es de 150.000 euros, aunque 50.000 quedarán en suspenso si los hechos no se repiten en los dos próximos años.
Como en casos precedentes el club se aprestó a anunciar que recurrirá esta sanción y agotará todas las instancias para conseguir la revocación de la multa, porque “la considera totalmente injusta y contraria al ejercicio de la libertad de expresión”.
La historia de los encontronazos entre el Barcelona y la UEFA por las estelades arranca tras la final de la Champions de Berlín del 6 de junio del 2015 cuando el club blaugrana recibió un primer castigo de 30.000 euros. Entonces el club estaba en proceso electoral y el candidato Josep Maria Bartomeu afirmó que si ganaba la presidencia la entidad se plantaría. Después se lo pensó de nuevo y optó por la vía de la pedagogía y el diálogo con la cúpula de la UEFA.
Estas conversaciones no surtieron efecto como se vería más tarde. En esas llegó el primer partido europeo del curso en el Estadi, con la visita del Bayer Leverkusen. Fue el 29 de septiembre y en el Camp Nou se pudo oír una sonora pitada al himno de la Champions, a la par que una multitud de estelades poblaba las gradas. A la UEFA eso le sentó fatal y en octubre multó al Barcelona con otros 40.000 euros.
Aquí la directiva del Barça reaccionó con tono enérgico y dijo que se abandonaba el diálogo y se pasaba a los recursos, primero a Apelación y, después si fuera necesario, al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
En un clima de alta tensión por las estelades el Barça tenía que recibir en noviembre al BATE Borísov y se preparaba una gran protesta en la grada contra la UEFA. El día antes del partido el club y el organismo alcanzaron una tregua, gracias a la cual se suspendían cautelarmente las sanciones hasta que no se pronunciaran Apelación y, llegado el caso, el TAS. Eso logró tranquilizar coyunturalmente el ambiente pero no resolvió la cuestión.
Apelación terminaría fallando contra el Barça, que recurrió al TAS, pero este tribunal, el pasado febrero, rechazó los argumentos del Barcelona aduciendo que los había presentado fuera de plazo. El club blaugrana admitió entonces que los documentos originales en los que se apoyaba su recurso llegaron físicamente con retraso pero precisó que el recurso presentado “en ningún caso ha sido registrado fuera de plazo”.
En todo caso un sainete que todavía no ha terminado.