De la ilusión desbordante del ‘Latinia’ al oficio invencible del ‘Rats on Fire’
Son cuatro jóvenes regatistas llenos de ilusión y con hambre de aprender. En su caso es plenamente cierto el viejo dicho deportivo de que lo importante es participar. Ganar, incluso una sola manga, es sencillamente inimaginable. Pero no están en el Trofeo Conde de Godó para eso. El Latinia es uno de los catorce veleros que forman la flota de la siempre competida clase J80. Es un proyecto del Club Náutic Cambrils, patrocinado por la empresa de software Latinia, y la tripulación la forman Mon Cañellas (19 años) como patrón; Alberto Guillén (20), foque y spy; Álvaro García (17), piano (el encargado de abrir y cerrar las mordazas de los cabos de maniobra) y Nico Olabarría (16), proa.
El proyecto Latinia Youth Sailing Team, alentado y dirigido por Pep Subirats, director deportivo del CN Cambrils, busca dar un objetivo formativo y deportivo a los jóvenes practicantes de vela ligera, que cuando alcanzan la edad universitaria suelen desvincularse de la vela, excepto en los contados casos en que acceden a la élite.
No importan los resultados. Sí mantener la ilusión y el espíritu competitivo, aprender en cada regata y comportarse con un fair play exquisito, de manera que sigan siendo el espejo de los más de 60 niños y niñas que forman el proyecto de formación de jóvenes del club. No son recién llegados a la vela. Mon Cañellas ha sido segundo en el Mundial de láser radial y Alberto Guillén subcampeón de España en láser estándar juvenil, pero sí son novatos formando una tripulación en un barco que ya no es vela ligera. Su objetivo es completar esta primera temporada compitiendo en el Mundial de J80 que se disputa en Sotogrande (Cádiz), del 25 de junio al 1 de julio.
Ayer, en un magnífico primer día de regatas en el Trofeo Conde de Godó que organiza el Real Club Náutico de Barcelona, no fueron últimos entre los catorce J80 que forman la flota pues lograron derrotar en las tres mangas disputadas al Biba.
El nivel en esta clase, en la que todos los barcos son iguales, es muy alto, ya que compiten campeones de la talla de José María Van der Ploeg, líder con su Nautica Watches tras esta primera jornada, Javier Chacartegui, Javier Padrón, Carlos Martínez y Marc de Antonio, que siempre ofrecen regatas muy emocionantes.
En la clase ORC, el grupo 0-1, que reúne a los cruceros más rápidos, apunta a una emocionante batalla entre el Rats on Fire de Rafael Carbonell, que aspira a lograr su séptimo Conde de Godó (cuarto consecutivo) y el Gramona de Jesús Turró. El Rats on Fire lleva al campeón canario Rayco Tabares a la caña y logró dos victorias y un segundo puesto. Sólo el Gramona, entre los veinte veleros que integran este grupo, mantuvo el tipo con una victoria y dos segundos. Los más rápidos en tiempo real son el impresionante Gymer de 65 pies (20 metros de eslora) de Manel Codina y Javier Scherk y el Audax de Pablo Garriga y Toni Guiu pero sus elevados ratings no les permiten derrotar a los rivales.