El suplente Livingston da a los Warriors el primer triunfo

Shaun Livingston iba para crack con su pelo a lo afro de esa época pero el 7 de marzo del 2009 recalaba en los Tulsa 66ers, de la liga de desarrollo estadounidense, algo así como una segunda división para los que intentan desesperadamente conservar alguna opción de volver o de jugar en la NBA. Y es que el base-escolta (30 años) había sufrido en el 2007 una lesión escalofriante de rodilla que ponía en peligro su carrera y su vida cotidiana porque cabía la posibilidad de que no pudiera caminar más con normalidad. Pero se fue recuperando y tras jugar en los Clippers, Washington en dos etapas, Miami, Oklahoma, Charlotte, Milwaukee, Cleveland y Brooklyn recaló en los Warriors al principio de la pasada campaña. Allí ha encontrado su razón de ser como suplente eficaz. Tanto es así que en el primer partido de la final de la NBA frente a los Cavaliers resultó decisivo para el triunfo de su equipo por 104-89.

Fue el elegante Livingston el que con sus 20 puntos lideró un pelotón de suplentes que barrió a Cleveland entre el final del tercer cuarto y el principio del último. 45 puntos anotaron los jugadores de banquillo de los Warriors por sólo 10 los de los Cavaliers. De hecho, el partido se rompió con un parcial de 15-0 en el que las estrellas fueron Livingston, Iguodala y el brasileño Barbosa. Hasta siete jugadores de Golden State metieron 10 o más puntos. Una barbaridad que prueba que en su temporada récord los de Steve Kerr son un bloque. Curry se quedó en 11 y Thompson en 9. Impresionante que aún así vencieran los locales. ¿La razón? Que a James (23), Irving (26) y Love (17) no les apoyó la segunda unidad. El domingo (dos de la madrugada del lunes en España), segundo partido.