Molins destina 139 millones a Latinoamérica
La cementera quiere desmontar la parte vieja de la planta de Sant Vicenç
Ciments Molins prosigue el proceso de internacionalización de la compañía ante el parón del negocio en España y Catalunya. Por eso, el grupo cementero prevé inversiones de 139 millones de euros este año en diferentes plantas de Latinoamérica. En paralelo, el vicepresidente del grupo, Joan Molins, ha explicado que las fábricas españolas que no funcionan “probablemente no volverán a funcionar más”. Por eso, Molins anunció que prevén desmontar en cuanto sea posible la fábrica de Sant Feliu de Llobregat y los viejos hornos de Sant Vicenç dels Horts, que están parados desde que se inauguró el nuevo. “Desmontar una fábrica es muy caro”, dijo Molins, al tiempo que lo vinculó a que pueda obtenerse algo con la venta de los equipos.
El mercado global de cemento en España y en Catalunya se ha desplomado un 80% desde los máximos del 2007. Las previsiones apuntan a que en el 2016 se consuman 11,2 millones de toneladas. El consejero delegado de la cementera, Julio Rodríguez, dijo que lo recomendable sería que el mercado se estabilizara en los 20 millones de toneladas.
La buena evolución de los mercados latinoamericanos ha permitido al grupo que los beneficios crecieran en el primer trimestre un 1,7%, hasta los 15,4 millones. En el 2015, los beneficios fueron de 50,8 millones, un 65% más.
Los mercados donde mejor comportamiento ha tenido la empresa han sido los de Argentina, México y Bangladesh mientras que ha sufrido en Uruguay y en Túnez. De hecho, Ciments Molins se ha apuntado un deterioro de 25 millones por los problemas en Túnez debidos a la inestabilidad política. La empresa celebró ayer su junta de accionistas, que aprobó un dividendo de 11 céntimos por acción.