El desafío de crear valor
Las empresas se enfrentan a un gran reto estratégico: generar negocios suficientemente disruptivos que puedan competir en mercados cada vez más complejos y globales.
Existe una gran diferencia entre invertir en crecimiento o invertir en valor de la empresa. El verdadero valor de una compañía no se encuentra únicamente en el beneficio a corto plazo, sino también en cuánto de valiosa es la empresa en manos de otros, teniendo en cuenta tanto criterios de valoración tangibles como intangibles. Apostar por el incremento de valor de una empresa supone tomar decisiones estratégicas que maximizan el valor de la organización a medio y largo plazo.
Cuando una compañía desea incrementar su valor, debe iniciar este reto definiendo un modelo de negocio, una estrategia y un plan que marque la ruta clara y los recursos adecuados que son necesarios para conseguir incrementar su valor en base a una dinámica de crecimiento sostenido.
Una empresa está enfocada a la generación de valor cuando es capaz de “Pensar, Priorizar y Actuar”, es decir, decidir qué hay que hacer y qué se debe dejar de hacer, porque nos desposiciona, porque nos consume recursos hacia acciones con bajo impacto o bien porque nos aleja de nuestro foco.
Cuando una organización se orienta al incremento de valor debe revisar de forma constante que todo lo que hace tiene un impacto directo sobre los criterios de valor definidos; por ese motivo, una buena práctica es recompensar y premiar a aquellos empleados cuya portación tenga un impacto directo sobre la generación de valor.
El plan de generación de valor de una empresa se materializa en el momento en el que activamos de forma coordinada y simultánea aquellas palancas que hacen que las cosas ocurran en la dirección correcta. La proposición de mercado, las ventas y el crecimiento de ingresos, el modelo de relación con el cliente, la vinculación con el empleado, y la calidad del modelo de gestión son palancas de transformación sobre las cuales actuamos de forma simultánea para conseguir un crecimiento de negocio continuo y sostenible.
En conclusión, ser excelentes en la Gestión se ha convertido hoy en un factor clave para el desarrollo de modelos de negocio que sean sostenibles a largo plazo, con un enfoque de creación de valor continuo.
LA EXCELENCIA EN LA GESTIÓN ES CLAVE PARA NEGOCIOS QUE SEAN SOSTENIBLES A LARGO PLAZO