Campeones ocultos
Las tres últimas décadas han sido una historia de oportunidades perdidas para transformar la industria española y mejorar su competitividad internacional. Sin embargo, existen algunos ejemplos paradigmáticos que contravienen esta norma general. Es el caso de las empresas españolas hidden champions y brand champions.
Hidden champion y brand champion son anglicismos ideados para designar una serie de empresas pequeñas y medianas, en su mayoría de carácter familiar, que en el caso español generan unas ventas en torno a los 200 millones de euros y que ocupan entre 10 y 150 trabajadores. En particular, los campeones ocultos (hidden champions) se centran en actividades B2B (business-to-business), elaboran bienes intermedios muy específicos y poco conocidos por el público en general (de ahí el nombre de campeón oculto), pero muy valorados por clientes y proveedores.
En cambio, los campeones de marca (brand champions) focalizan su actividad en negocios B2C (business-to-consumers ) y su éxito procede de una gran diferenciación del producto o servicio, basada en la creación de marcas comerciales potentes a partir de las cuales se proyectan la imagen, los valores y la reputación de la compañía.
Son, en cualquier caso, empresas localizadas esencialmente en Catalunya (66%), el País Vasco (11%), la Comunidad de Madrid (7%) y la Comunidad Valenciana (6%). Negocios que tienen su origen en sectores tradicionales como el textil o la confección, del calzado, la metalurgia y con una alta imbricación en el área geográfica donde se desarrolla su actividad. Pero también actúan en sectores industriales emergentes como la biomedicina, el grafeno o el hielo sintético. Son empresas muy rentables, dinámicas y altamente innovadoras. Tienen una vocación exportadora muy marcada y líderes a escala internacional en el segmento de mercado donde operan. Esta posición de dominio se sustenta en construir relaciones comerciales muy sólidas con clientes y proveedores. De este modo, es posible conocer mejor las tendencias del mercado y anticipar escenarios de futuro.
Por todo ello, los hidden y brand champions se erigen en referencia de un futuro industrial alentador, pues constituyen la respuesta a los grandes retos estructurales del país: competitividad y productividad industrial, internacionalización empresarial y capacidad de creación de empleo cualificado.