Kim Jong Un
LÍDER NORCOREANO
El país dirigido por Kim (33 años) ejecutó ayer otro ensayo nuclear y lanzó dos misiles de medio alcance, uno de los cuales a sólo 250 km de las costas japonesas. El doble lanzamiento es su respuesta a las sanciones internacionales.
Una ultraconservadora polémica en Japón por negar masacres del ejército imperial y defender las atrocidades del país en la Segunda Guerra Mundial –incluyendo la coacción para que mujeres asiáticas se prostituyesen en burdeles militares– ha sido la escogida por el primer ministro, Shinzo Abe, para liderar el Ministerio de Defensa.
Tomomi Inada, de 57 años y hasta ahora jefa del Consejo de Investigación, es la segunda mujer en ocupar la cartera. En el primer Gobierno de Abe fue ministra de la Reforma Administrativa, está considerada una figura ascendente dentro del Partido Liberal Demócrata y de las más afines al primer ministro, quien la llama la “Juana de Arco” japonesa. Comparten el objetivo de revisar la Constitución pacifista de 1947, redactada bajo criterios de Estados Unidos, que algunos conservadores consideran un símbolo humillante de la derrota de la Segunda Guerra Mundial.
La elección de Inada llega en plena escalada de tensión con sus vecinos. Mientras Pekín sigue en plena disputa por el mar de China Meridional, Corea del Norte amenaza con nuevos ensayos nucleares. Pyongyang realizó ayer otra prueba con dos misiles de medio alcance, uno de los cuales cayó a 250 kilómetros de las costas de Japón. El doble lanzamiento es visto como otra demostración de fuerza para responder a las recientes sanciones internacionales al país ermitaño y a la próxima instalación del paraguas antimisiles estadounidense en Corea del Sur.
En un momento tan delicado, la prensa local recordaba ayer la pobre experiencia de la nueva ministra de Defensa en cuestiones de seguridad, así como su amplia trayectoria en abrazar causas controvertidas vinculadas al pasado militarista de Japón. Entre ellas el hecho de que visite habitualmente el polémico santuario Yasukuni en honor a los 2,5 millones de japoneses muertos en la Segunda Guerra Mundial, entre ellos criminales de guerra convictos. También niega la masacre de Nankín, en que lel ejército
Corea del Norte “saluda” a la ministra con el lanzamiento de dos misiles de medio alcance
imperial asesinó a 300.000 personas y violó a 20.000 mujeres, según la versión de China. La magnitud de los crímenes de guerra del 1937 sigue dividiendo al pueblo japonés y es uno de los principales escollos entre ambas potencias.
Inada tampoco goza de las simpatías de Corea del Sur. En el 2011, Seúl le prohibió la entrada cuando, junto a otros dos políticos conservadores, intentó visitar las islas Dotko para revindicar la soberanía de Japón. La semana pasada dijo que la embajada japonesa en Seúl debería retirar una estatua que honra a las víctimas de los abusos sexuales durante la guerra.
En su primera intervención como ministra, Inada rechazó confirmar si visitará el santuario de Yasukuni el 15 de agosto, cuando se conmemora la rendición de Japón frente a Estados Unidos. También dijo que intentará preservar la paz y la seguridad bajo la alianza diplomática con Washington.
El nombramiento se enmarca en la reestructuración del gabinete de Abe tras las elecciones a la Cámara Alta a mediados de julio para mejorar los resultados de sus políticas económicas. Sólo tres de los ministros han conservado el cargo. Inada sustituye a Gen Nakataki, al que se responsabiliza de la pérdida de un importante contrato de submarinos a Australia, ganado por Francia.